La Organización de Estados Americanos (OEA), anunció mediante un escueto comunicado que no realizará ninguna auditoría al proceso electoral dominicano, como se había anunciado oficialmente, sino que enviará una misión para observar cómo funcionan los equipos adquiridos por la Junta Central Electoral (JCE).

El anuncio es importante. Muchos son los temores que se han expresado sobre la idoneidad del proceso de conteo automático de los votos. El llamado escrutinio computarizado de las actas aún deja muchas dudas, y es normal que así sea.

Por eso Participación Ciudadana solicitó que se permitiera registrar un 10 por ciento del escrutinio de forma manual, a través de los técnicos del organismo y los delegados de los partidos, y comparar esos resultados con los oficiales que se registren en los mismos colegios, pero de forma automática. La JCE admitió una propuesta diferente, porque aumentó el escrutinio manual a un 15%, pero haciendo ellos la selección de la muestra, lo que invalida totalmente el procedimiento propuesto.

El escrutinio manual del 10 por ciento propuesto es como una auditoría externa. La JCE que compró los equipos, que los ha puesto a funcionar y que los administra no puede ser juez y parte, decidiendo la muestra. Lo que dijo la JCE es que la OEA haría una auditoria de la nueva tecnología puesta en marcha por el organismo electoral.

Sin embargo, la OEA lo que enviará es un equipo de especialistas a observar el simulacro de las elecciones que hará la JCE el domingo 1 de mayo. Es decir, no hay auditoría por parte de la OEA, ni la habrá por parte de ningún organismo independiente, por el escaso tiempo que queda para las elecciones.

Nadie se ha propuesto sustituir a la JCE en su sagrada misión de organizar las elecciones. Tiene su derecho a hacer las elecciones de acuerdo a los criterios de la mayoría de los cinco miembros que integran el pleno de la JCE. Todo el mundo sabe cómo se maneja esa mayoría en la toma de decisiones.

El camino que ha tomado la JCE en este aspecto solo siembra sombras al escrutinio de los votos el 15 de mayo. Las razones que tiene la JCE para actuar del modo en que lo está haciendo tal vez sean entendibles, pero para una gran parte de los observadores no son convincentes.