Pese a toda la histeria nacionalista, en particular contra la población haitiana migrante a la República Dominicana, los datos desmienten sus falsedades: La Segunda Encuesta Nacional de Inmigrantes en RD, 2017, determinó que la estimación total de la población inmigrantes en el país alcanza la cifra absoluta de 570,933 personas, lo que representa el 5.6% de la población total del país.
De acuerdo con ese mismo estudio, la población total nativa está conformada por un 94.4% de personas de origen dominicano. El incremento de inmigrantes en el último año fue de 46,300 personas, lo que representa apenas un 0.2%. Es decir, los inmigrantes pasaron de 524,632 a 570,933. El 64.4% del colectivo de inmigrantes son hombres.
Cuando se desagrega la inmigración en general, la mayor parte de ella proviene de Haití (87.2%), pues estamos hablando de un total de 497,825 personas. El restante 12.8% es población nacida en diversos países, diferentes a Haití. Cuando se compara la población nacida en Haití con la población total dominicana, se aprecia que esta representa apenas el 4.9%, mientras que la población de otros países representa el 0.7%.
Además de la población haitiana, en la República Dominicana tienen presencia migrantes de Venezuela (25,872), Estados Unidos (10,016), España (7,572). Otros siete colectivos inmigrantes alcanzaron cifras entre 2,024 y 2,749 personas.
La población descendientes de inmigrantes alcanzó la cifra de 277,046 personas, lo que respecto de la población total dominicana representa el 2.7%. Y para los que aún tengan dudas, la población dominicana, nacida de madre y padre dominicano es de 9,341,916 personas, es decir, el 91.7% de los dominicanos.
Con estos datos queda claro que toda la histeria nacionalista, de que el país está invadido, de que estamos perdiendo la soberanía o que la identidad nacional está en riesgo, es pura y sencillamente una mentira, sin fundamento, y por demás irresponsable. Acusar al gobierno de Danilo Medina de propiciar el supuesto descalabro nacional por la invasión haitiana es un disparate que -por lo descabellado- el gobierno no se ha ocupado de desmentir.
Auspiciar el odio contra los inmigrantes es una injusticia y un abuso, pero dividir a los dominicanos, señalando que quienes defienden los derechos humanos son traidores a la patria y pro-haitianos, es otro crimen que cometen estos grupos desaforados. Agredir y maldecir es otra de las infamias que se está incentivando, bajo este tema mendaz, y nos están llevando hacia una posible tragedia. Hay que decirlo con tiempo. Los datos oficiales desmienten contundentemente toda la histeria nacionalista.