Olivo Rodríguez Huertas, el embajador dominicano en España, ha tenido un excelente acierto en gestionar y conseguir que la 78a. Feria del Libro de Madrid sea dedicada a la República Dominicana.
Es un privilegio para los escritores dominicanos, para los libreros dominicanos, para la cultura dominicana, para el gobierno dominicano. Estamos hablando de la feria del libro en español más importante del mundo.
Por fin España se fija en la cultura dominicana, más allá de la bachata y de los beisbolistas exitosos.
Habrá que agradecer por siempre a Olivo Rodríguez Huertas las relaciones que ha desarrollado, su compostura de buen hombre, bien conocido en asuntos legales, que conquistó la voluntad de los organizadores de la Feria del Libro de Madrid.
Al mismo tiempo, el embajador dominicano gestionó y obtuvo fondos del sector privado, y está invitando con los gastos cubiertos a por lo menos 60 personas vinculadas al libro y a la cultura, sin dejar de lado a editores, que asistirán a la Feria del Libro a ofrecer conferencias, presentar libros, hablar de géneros literarios y de la creatividad dominicana.
Maravilloso. Nada más relevante. Cada año asistimos a la Feria de Turismo de España, y se trata de delegaciones oficiales gestionadas por el Ministerio de Turismo. Allí se va a hacer negocios. Pero a la Feria, además de vender los libros dominicanos, iremos a promover nuestra imagen diferenciada de playas, sol y arena. Hablaremos de literatura. Eso nos hace crecer y nos ayuda en nuestra proyección más allá de la idea tradicional que se tiene de los dominicanos.
Solo hay un problema, y creemos que deberá resolverse en los próximos días. El ministro de Cultura, arquitecto Eduardo Selman, se niega a asistir y rechaza que los escritores que son funcionarios de esa dependencia oficial asistan a la 78a. Feria del Libro de Madrid. Hay quienes dicen que ha amenazado con cancelar a los que acepten la invitación.
Obviamente que aquí hay un mal entendido, un cruce de información inadecuada, y que por encima de las diferencias, debe colocarse el interés del Estado y de la sociedad dominicana. Debemos tener y poner en vigencia el criterio de que nuestra proyección cultural internacional, y en particular en España, es prioritaria. El arquitecto Selman debe aprovechar la invitación que el embajador Rodríguez Huertas le ha hecho, y ser protagonista del acto inaugural de la Feria del Libro de Madrid, junto a los reyes de España y al presidente del gobierno español.
El programa de la Feria del Libro de Madrid no lo decidimos los dominicanos, ni el embajador Rodríguez Huertas. Además de acudir y apoyar el esfuerzo de Rodríguez Huertas, Selman debe permitir que los escritores que son funcionarios del Ministerio de Cultura asistan a ese acontecimiento.
Lo deseable es que esto se resuelva, y que ni siquiera el presidente Danilo Medina tenga que intervenir en este asunto. Y que León Félix Batista, Pedro Antonio Valdez, Valentín Amaro, Juan Báez, Alexis Gómez Rosa y Miguel Decamps acepten la invitación y acudan a cumplir con el programa que ya está concebido, promoviendo la literatura dominicana.
La Feria del Libro de Madrid será realizada entre los días del 31 de mayo al 16 de junio. Será una de las grandes oportunidades para la cultura dominicana y en particular para la literatura. Selman, como ministro debe estar allí y acompañar tanto tiempo como sea posible a nuestros intelectuales, y tratar incluso de firmar acuerdos con los libreros españoles, y que de paso promovamos otras áreas de la cultura dominicana. Eso será posible si el ministro Selman lo entiende. Y si sigue negándose, será una terrible pérdida de oportunidad del gobierno dominicano.
Nadie duda que el arquitecto Selman es una persona inteligente, que hará todo lo posible en beneficio de la cultura y del pueblo dominicano. Si no, tendrá que pagar las consecuencias de sus resabios.