El magistrado juez de Atención Permanente, José Alejandro Vargas, no encontró pruebas suficientes para dictar medidas de coerción contra el ex pelotero de Grandes Ligas Octavio Dotel, por una supuesta relación con la red criminal que encabeza el huido César Emilio Peralta.

Los abogados de Dotel presentaron pruebas y pudieron destruir los argumentos del Ministerio Público de que esa relación económica y criminal no existe.

Más tarde, el propio Ministerio Público informó del desistimiento de las acusaciones, por los mismos motivos, contra el ex pelotero de Grandes Ligas Luis Castillo, quien se encontraba fuera del país y regresó para presentarse ante los tribunales y demostrar su inocencia. “El Ministerio Público informó que suspendió la orden de arresto emitida contra el expelotero de Grandes Ligas Luis Castillo, luego de haberlo entrevistado y este presentar la documentación que aclaraba una operación que inicialmente lo vinculaba con esa organización criminal”. Eso dice la declaración oficial.

Estas dos figuras fueron las piezas más destacadas del discurso del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, cuando develó ante el país la persecución contra la banda criminal de César Emilio Peralta. El procurador dijo que la investigación criminal fue amplia, involucró a cientos de personas, y contó con el apoyo de la DEA y del FBI de los Estados Unidos.

El principal imputado, quien encabeza la banda criminal, escapó de entre las manos de las autoridades, y ahora nos enteramos que no hubo tal investigación, sino “una operación que inicialmente vinculaba”, por ejemplo, a Castillo con la banda criminal.

La incompetencia, la falta de probidad y de credibilidad del Ministerio Público dominicano no puede estar en peor imagen que la proyectada con estos casos. Ni Octavio Dotel ni Luis Castillo tienen relación con César Emilio Peralta ¿Dónde vieron relación los miembros del Ministerio Público? Esto parece un sainete para hacer quedar mal a procurador Rodríguez.

No podemos olvidar que en el caso Odebrecht la Procuraduría General de la República involucró inicialmente a 14 personas, las cuales fueron apresadas en un operativo de madrugada, que además fue filmado y divulgado por la oficina de Relaciones Públicas de la PGR, y concluyó con el desistimiento oficial de siete de los imputados, y la inclusión de otro que posteriormente fue excluido por el juez Francisco Ortega Polanco.

A esas personas incluidas alegremente en un proceso criminal, que las apresan y las graban en ese momento, y que divulgan el operativo como parte de una propaganda para proyectar la eficiencia de la PGR, ¿quién les resarce ante los daños morales y de imagen causados?

Por ejemplo, dos deportivas del béisbol, que tienen academias y que la proyección de su imagen es parte del valor de su trabajo de búsqueda de talento, ¿quién recoge ese daño y le reivindica ante el país y ante el mundo por los errores, maliciosos o no, de los fiscales dominicanos?

Al procurador Jean Alain Rodríguez ya le está tocando una revisión urgente de sus métodos y de la calidad y credibilidad de sus investigaciones. Tiene la autoridad legal para investigar y acusar, pero debe cuidarse de no seguir haciendo daño, a personas inocentes, cuando César Emilio Peralta no hay quien lo encuentre ni quien lo aprese.