La República Dominicana está en este momento en las cuatro esquinas, tanto por voluntad y acción de sus autoridades como por las críticas provenientes de los países, autoridades y medios de comunicación de alto reconocimiento y prestigio.
Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, comparecerá el martes 30 de junio ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, en donde abordará aspectos cruciales de la política migratoria aplicado por la República Dominicana en relación a la población haitiana residente en la República Dominicana y a otras disposiciones, como la ley de naturalización, respecto de los dominicanos de ascendencia haitiana.
Nuestro presidente Danilo Medina acudió este viernes a la XLV Cumbre del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), que se realiza en Guatemala, y en donde ha abordado el tema migratorio, negando que los dominicanos tengamos apátridas como se ha denunciado constantemente.
El equipo gubernamental, en especial los miembros del equipo de gobierno que han diseñado y puesto en marcha la política migratoria, se reunió esta semana con los miembros del cuerpo diplomático acreditado en la República Dominicana, para explicar las medidas que se han adoptado relacionadas con la finalización del Plan Nacional de Regularización y el inicio de las deportaciones de los haitianos que han vivido irregularmente en el país.
El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, ha acudido a Europa a reunirse con los embajadores dominicanos para que expliquen con datos lo que está ocurriendo. El director de Información y Programación Estratégica de la Presidencia, Ramón Tejada Holguín, ha dicho que el gobierno está contratando a varias firmas de cabilderos en los Estados Unidos para ayudar en posicionar las razones dominicanas para sus políticas migratorias.
La semana entrante habrá nuevas reuniones de los ministros y directores generales con sectores para explicar lo que se está haciendo. Del lado haitiano hay un diálogo pendiente, que ha avanzado con dificultades, pero que no podrá detenerse. Y la voluntad dominicana tiene que ser para avanzar, nunca para agredir ni insultar.
Nuestros vecinos haitianos tienen en marcha un proceso electoral para el mes de octubre de este año. Las repatriaciones y el retorno voluntario de ciudadanos haitianos residentes en la República Dominicana representan un serio inconveniente social, económico y político para las autoridades haitianas. Hay políticos en campaña electoral intentando aprovechar lo que el primer ministro Evans Paul ha definido como crisis humanitaria.
Estando como está, hoy día, en la palestra pública internacional la política exterior de la República Dominicana debe consistir en consolidar el diálogo, el auspiciar una voluntad de cooperación sólida con las autoridades haitianas. Al mismo tiempo solicitar que los acuerdos sean firmes y respetables, y que no se cambien los propósitos de esos acuerdos por un cambio de mando en Haití.
Todo cuanto se haga ahora tiene que ser para que permanezca por un tiempo razonable, y que sea respetado por el gobierno actual de Haití y por el gobierno que se instale luego del proceso electoral. En el caso dominicano ofrecer las garantías de que así será, independientemente del cambio de mando en el Palacio Nacional.
Tal vez logremos avanzar en un diálogo y en unos compromisos que cada día son más importantes y necesarios, para la estabilidad y el crecimiento de Haití y de la República Dominicana.