El diálogo en el Consejo Económico y Social (CES) ya dio un buen resultado. Tenemos que felicitar a los miembros del espacio de diálogo, conducido de forma extraordinaria por el rector de la Universidad INTEC, Rolando Guzmán, y que condujo a los partidos políticos participantes, a las organizaciones de la sociedad civil y empresariales, a sugerir una dupla de procuradores adjuntos para que el Consejo Superior del Ministerio Público escogiera entre las dos personas sugeridas.
Jonathan Baró y Gisela Cueto fueron los dos nombres del consenso.
El gobierno actuó para que el Consejo Superior del Ministerio Público, controlado y dirigido por Jean Alain Rodríguez, acogiera la propuesta. Se desconocen las razones, pero la Procuraduría General de la República recibió la sugerencia y decidió incluir dos nombres más para tomar una decisión. Los nombres incluidos fueron de los magistrados Francisco Berroa y Casilda Báez.
De inmediato se habló de una ruptura del diálogo, de incumplimiento y de estulticia. Fue una insensatez y una provocación del procurador General de la República incluir nombres que jamás fueron tomados en cuenta en el diálogo del Consejo Económico y Social. La selección de una de las personas incluidas por el Consejo Superior del Ministerio Público iba a presentar nuevamente una crisis, con el país a unas horas de las elecciones extraordinarias municipales.
Rápidamente alguien con poder y con juicio consiguió controlar el muñeco que armó el procurador General de la República, ya acostumbrado a manejarse medalaganariamente, como si se considera dueño y señor y no un funcionario al servicio del país. Todo ocurre al mismo tiempo que los fiscales fieles al procurador realizan una marcha de “apoyo” al concurso de titularidades que realiza el Consejo Superior del Ministerio Público.
Si alguien en el gobierno observara lo que representa hoy ese departamento, y analizara la imagen que se ha gestado desde allí con sus actuaciones desde 2016, se percatará que no hay una institución más desprestigiada y con más desprecio de la sociedad que el Ministerio Público. Es el responsable de la impunidad que existe en la República Dominicana, y el que ha gestionado la destrucción de la independencia y la carrera del Ministerio Público.
La elección de Gisela Cueto, aún sea temporalmente, hasta que se celebren las elecciones de marzo y mayo, es una decisión correcta. Gisela Cueto es una profesional de larga trayectoria, correcta, capaz, independiente y con una probidad por encima de cualquier otro miembro del Ministerio Público que pudiera designar Jean Alain Rodríguez.