Angel Lockward, ex embajador dominicano en Colombia en la presente administración, está siendo investigado por el Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa, en relación con exoneraciones de vehículos vendidas en forma irregular.
Sus oficinas han sido allanadas y sus computadores confiscados.
Lockward ha sido un político exitoso, que ha migrado con brillantez de un partido a otro, sin mucho remordimiento. Fue dirigente del PRSC de Joaquín Balaguer, y fue funcionario en los gobiernos reformistas.
Fue aliado del Partido Revolucionario Dominicano y como tal ocupó importantes posiciones en la coordinación de la Oficina de los Fondos Europeos, y luego como Ministro de Industria y Comercio. En ambos lugares hubo intentos de sometimientos judiciales por razones vinculadas a la administración de fondos.
Cuando dirigía la universidad CETEC y ese centro académico cerrado, se manejó la acusación de venta de títulos universitarios, aunque esas imputaciones nunca fueron probadas.
Cuando fue ministro de Industria y Comercio y se le asignó la responsabilidad de distribuir los cupones de gas licuado de petróleo, en la administración de Hipólito Mejía, hubo serias imputaciones e incluso Lockward fue acusado formalmente ante los tribunales.
Al asumir la nueva administración del PLD, Lockward pasó a ser uno de los asesores importantes del presidente. En esas funciones fue un hombre de relevancia y luego fue designado embajador dominicano en Colombia. Ahora se le investiga. Lockward renunció y decidió apoyar al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, donde ya ocupaba una posición relevante.
En este momento no sabemos si Lockward es del PRD, del PRSC o del PLD. Lo que si sabemos es que tiene prestancia pública y que en los medios de comunicación y en la comunidad política se escuchan sus posiciones.
El Ministerio Público debe investigar el caso por el que se señala ahora a Lockward. Y debe hacerlo con seriedad, con profundidad y con criterio de independencia. No puede buscar ahora una retaliación política, porque tal vez Lockward se encuentre cerca del presidente del PRD.
Es el liderazgo político del país, y en particular quienes toman decisiones sobre las posiciones en que se coloca a los ejecutivos, en donde está la responsabilidad sobre una carrera en la administración pública tan dilatada y exitosa.
Locward es un hombre polémico y osado. El anterior ministro de Interior y Policía, Franklin Almeyda, quiso quitar unas armas que utilizaba Lockward. Y el caso llegó a los tribunales, pero no fue posible desarmar a un político tan controversial como Lockward, y Almeyda perdió el caso por vía de una transacción.
Digamos, para consuelo de quienes analizan el proceso institucional y moral del país, que Lockward es un hombre audaz y exitoso, que sabe por dónde entra el agua al coco y por dónde se le saca, sin que el dueño del coco se de cuenta.