El 7 de Julio el presidente Luis Abinader pronunció un discurso con los detalles de la desescalada que llevaría a cabo el país para eliminar las restricciones productos de la pandemia de Covid-19.
Fue el día del magnicidio en Haití contra el presidente Moise. El presidente Luis Abinader solicitó a los ciudadanos un “último empuje” para acelerar la vacunación de quienes no habían tenido la oportunidad de acudir a los centros de vacunación. El gobierno realizó esfuerzos extraordinarios para obtener vacunas y tenerlas disponibles, gratuitamente, para la población:
“Por eso quiero pedirles a todos un último empuje, un esfuerzo final para llegar al menos al 70% de dominicanas y dominicanos con la doble dosis en las próximas semanas, en las que continuaremos sin pausa con la jornada nacional de vacunación”.
Este lunes inició el desmonte de las restricciones en el Distrito Nacional y La Altagracia. El toque de queda se estableció el 19 de marzo de 2020, luego de que se declarara la Emergencia Nacional. Ha sido una situación odiosa y muchos ciudadanos sienten que las restricciones limitaban en exceso su capacidad de realizar actividades.
La salud estuvo por encima de cualquier otra necesidad, y el gobierno actuó con responsabilidad y cuidando la salud colectiva, como es su deber.
El gobierno abrió en dos provincias la totalidad de las actividades. Ya no hay toque de queda. Corresponde a la población de esas dos provincias actuar con responsabilidad y conciencia, para evitar el rebrote del Covid-19, y especialmente que la peligrosa variante Delta se nos instale y nos haga retroceder, como han tenido que hacerlo muchos otros países.
La provincias que están en camino a liberarse del toque de queda, en los próximos días, son Espaillat y Puerto Plata, si siguen con el actual ritmo de vacunación. El país ha reducido el número de pruebas PCR, porque ahora hay que pagar esos exámenes que antes cubrían las ARS y el Estado. Los registros de infecciones resultan menores en las estadísticas conocidas. Sin embargo, un dato resulta incuestionable: el número de fallecidos por Covid-19 se ha reducido significativamente, y llevamos varias semanas con registros diarios de morbilidad cero, lo que representa un avance de gran aliento en este proceso de desescalada.
El esfuerzo que se realiza oficialmente, incluyendo la política de una tercera dosis de vacuna para las personas que la requieran, busca colocar al país en condiciones de dar un salto y representar seguridad y garantía para turistas, visitantes e inversionistas, y para que los dominicanos podamos desarrollar todo nuestro potencial en la generación de iniciativas de inversión y de empleos.
“Todo esto nos ayudará en el objetivo de generar en los próximos años un millón de empleos bien remunerados para nuestro pueblo, que es nuestra principal prioridad nacional”. Es el plan del presidente Luis Abinader, que debe ser apoyado por todos los sectores sociales, económicos y políticos.
Si hemos iniciado un proceso tan importante, para dejar atrás los efectos y restricciones traídos forzosamente por la pandemia, al hacerlo debemos tener la prudencia, cautela e inteligencia para evitar los desenfrenos y exabruptos de un colectivo que a veces no mide las consecuencias de actuar en plena libertad, sin dañar a los demás.