Pese a la pandemia, la cultura comienza a reanimarse y una de las más significativas oportunidades está apenas comenzando en el Museo de Arte Moderno.

Se trata de la Bienal Nacional de Artes Visuales, en su versión número 29, dedicada al artista Orlando Menicucci. Estaba pautada para el período junio-diciembre, pero fue inaugurada el 19 de agosto pasado, con el anuncio de los premios del jurado.

Se presentaron 286 obras en las más variadas categorías y resultaron nueve ganadores, sin distinción de categorías, cada uno de los cuales recibirá un certificado y 300 mil pesos. El Gran Premio tiene una dotación de un millón de pesos.

El resultado que fue anunciado es el siguiente:

PREMIOS

— Carlos Despradel, “Crónica de una historia mal contada”. Cerámica

— Juan Carlos Guzmán, “Valle”. Video

— Guadalupe Casasnovas, “Escuadra”.  Escultura

El maestro Toribio, con la explicación de una de las obras ganadoras, de su autoría

— Leonardo Durán, “Yó, Adán” (políptico). Obra  gráfica

— Dustin Muñoz, “Retrato Alegórico de la injusticia”. Pintura

— Mari Carmen Orizondo, (María del Carmen Orizondo) “Un mar sin riberas” (Políptico 19).  Fotografía

— Juan Grisanty, “Verano caliente”. Pintura

— Elvin Díaz, “Entre túneles y abismos”. Instalación.

— Nathalie Landestoy, “Papel al desnudo”. Instalación

MENCIONES

Cromcin Domínguez, “Palo E´ lu”.

Ricardo Arsenio Toribio, “Memoria de la semana Mayor”.

Ottmar Suero Javier, “La marcha de los perros ángeles”.

Genaro Reyes (Cayuco), “Náufrago de nacimiento”.

Johnny Bonnelly, “El buzo que aprendió a volar” (Tony Capellán Inmemoriam)”.

El viceministro de Patrimonio Cultural, Gamal Michelén, acompañó al público y a los artistas durante el recorrido

La exposición de las obras que se presentaron está en el Museo de Arte Moderno. Las obras premiadas y las que tienen menciones tienen sus respectivas identificaciones.

El pasado sábado las autoridades del Ministerio de Cultura y del Museo convocaron a un museo guiado por la exposición, con la ventaja de que en cada obra premiada los propios artistas exponían el trabajo realizado, la técnico, el surgimiento de la idea y su realización, y finalmente recibían preguntas del público.

Docenas de personas asistieron y el paseo se convirtió en un intercambio de pareceres y críticas que alimentan la calidad de la bienal y el calor que puede ofrecer el público a los artistas y a su creatividad. 

Es notable el desempeño actual del arte dominicano y los cambios que se vienen registrando en el quehacer de los artistas. Maestros de reconocida trayectoria, trabajadores del arte que ya han madurado y encuentran una expresión propia y un estilo, y jóvenes promesas que comienzan a dar sus primeros pasos se han hecho presente y han mostrado una realidad y un vigor dignos de ser admirados por el gran público. Las salas de exposiciones están hermosamente organizadas. Es recomendable acudir con la familia a disfrutar y alimentarse de una oportunidad única, que solo puede ofrecer en este momento el Museo de Arte Moderno, dentro de la Plaza de la Cultura.

Apreciamos y valoramos el extraordinario trabajo de los miembros del jurado y la difícil selección de las obras. Asistir al Museo y contemplar la renovada instalación con las obras presentadas representa un elemento positivo y una carga de energía para el sector cultura de la República Dominicana.