La 20va. Feria Internacional del Libro es un acontecimiento cultural notable, que se realiza con el interés de motivar la lectura, promover fraternidad de la República Dominicana con otros países y enaltecer la obra de un escritor dominicano.
En este caso el país invitado es Paraguay, del Cono Sur, y que tiene como autor de renombre mundial a Don Augusto Roa Bastos. Paraguay ha traído a la Feria libros de sus principales autores, actuales y del pasado, y nos estimula con la presencia de editores y representantes de las diversas áreas de su rica cultura.
Con René del Risco Bermúdez la República Dominicana redescubre y reivindica al más importante poeta y narrador de la post guerra, a un autor universal, de calidad y estilo único, que vinculó su compromiso político con la creatividad y que nos pudo ofrecer poemas y cuentos de una dimensión fuera de época, siendo apenas un joven de una media isla y de una ciudad, San Pedro de Macorís, con raíces profundas de compromiso con el verso y la palabra.
Pese a las lluvias, pese a la idea errónea de que la Feria del Libro es un espacio para diversión sin contenido, hay que celebrar este acontecimiento y no permitir que la modorra nos arrincone y nos impida ser parte de las grandes celebraciones que tienen lugar en nuestra Plaza de la Cultura.
La Feria del Libro, en con la dirección de la escritora y editora Ruth Herrera, ha buscado un reencuentro con el libro y una redimensión de los autores. Allí, como bien dice el lema de esta feria, hay un libro para cada quien.
Ha sido sabia la decisión de reducir las actividades de cada día. En ferias anteriores teníamos como promedio 120 actividades por día. Había de todo. Y los visitantes iban allí para actividades religiosas, musicales o deportivas. En esta ocasión se ha querido obvia esa parte festiva y ajena al libro, y se ha privilegiado la presencia de escritores, poetas, los diálogos y conferencias sobre temas relacionados con el libro o la literatura.
Nos ha sorprendido positivamente el papel que se ha brindado al poeta homenajeado en la Feria. René del Risco ha sido vindicado, ha sido desenterrado. Su historia, su viento frío, su poesía y su ahora que vuelvo Ton han resurgido como mensajes con poder, con calidad y atracción para las nuevas generaciones, que apenas tenían ideas sobre su existencia.
Congratulamos, de paso, a la joven escritora Minerva del Risco, porque ella ha encarnado con solvencia y dignidad la representación de su padre y de su familia, y nos ha ayudado como sociedad a conocer la dimensión humana impresionante de su padre. Han sido escritores e intelectuales extranjeros los que con más insistencia nos han hablado sobre el escritor René del Risco y su profundidad y dimensión para la época que le tocó vivir. Una labor que ha realizado con dedicación incansable, y con devoción, el intelectual y editor dominicano, que reside en Berlín, Miguel D. Mena. También a Miguel D. Mena hay que congraturlo, porque sin la labor de divulgación realizada por él es poco lo que se habría rescatado de la obra de René del Risco.
Aprovechemos la Feria Internacional del Libro, que esta semana, y hasta el lunes 1 de mayo, estará abierta en la Plaza de la Cultura.