Tradicionalmente no han sido tomadas en cuenta cuando se trata de hacer cumplir las leyes y de respetar los derechos cívicos y laborales. Pero las trabajadoras que sirven en los hogares, conocidas como domésticas, tienen los mismos derechos que el resto de los recursos humanos de la sociedad.

Desde hace varios años estas trabajadoras han comenzado a organizarse para exigir respeto a sus derechos, cumplimiento de la ley y trato justo. Porque son ciudadanas como todos y todas.

La República Dominicana es signataria del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y como tal es responsable de garantizar un trato digno y no discriminatorio hacia las personas, mujeres y hombres, que hace trabajo doméstico.

La Asociación de Trabajadoras del Hogar, y el Sindicato Nacional de Trabajadoras Domésticas, vienen trabajando para impulsar una legislación que reglamente esta actividad productiva tan importante.

Muchas trabajadoras domésticas permanecen toda una vida leales a las familias que las emplean y no tienen garantizado un retiro digno, no cuentan con un seguro de salud y trabajan extensas jornadas, casi siempre más de las 8 horas al día, sin pagos de horas extra.

En muchos casos no se les respeta su derecho a licencia de maternidad. Muy pocas reciben el pago del doble sueldo navideño. Ni qué decir que el pago de una bonificación o gratificación extraordinaria, cuando lo reciben, depende solo de la buena voluntad de sus patronos.

Es una causa de justicia y derecho. Ojala´que sea apoyada y asumida por senadores, diputados y políticos en general.