Aprovechando la conmemoración del día de Reyes, en el cual solemos regalarles juguetes a nuestros/as hijos/as, sobrinos/as, entre otros/as, quiero aprovechar la ocasión para externar mis consideraciones al respecto a partir de lo que he aprendido de mis estudios de género.

Cuando fui a la tienda a comprarles juguetes a mis adorados/as sobrinos/as lo primero que hice fue buscar los catálogos para así conocer los más llamativos y codiciados y de paso como no, identificar los de mejores precios.

No fue una sorpresa darme cuenta como los juguetes reproducían los estereotipos sexistas contra los cuales luchamos cada día los/as que creemos en una sociedad más igualitaria, y esto así porque consideramos que el juego en la infancia ocupa un lugar fundamental en la vida del niño/a. El mismo constituye un modelo y medio de aprendizaje influyente y determinante para los niños y las niñas identificar ciertas conductas, comportamientos y formas de relacionarse, por esto la importancia de procurar que desde el juego evitemos las conductas sexistas y discriminatorias.

En la mayoría de los casos, los niños y las niñas no eligen libremente a qué jugar y con qué jugar,  sino que, muchas veces, tienen una clara influencia marcada por los estereotipos de género que existen en una determinada sociedad, a partir de la educación que reciben de sus padres y de la publicidad consumista que impone el mercado.

Si deseamos vivir en una sociedad más justa e igualitaria no podemos seguir otorgándoles calificaciones a los juegos que responden a patrones de antaño que dan como resultado la discriminación de la mujer.

Para lo anterior, debemos brindarles a estos/as pequeños/as la oportunidad de aprender a convivir en una cultura de igualdad, respeto y no discriminación, es por eso que entendemos que mediante el juego podemos brindarles opciones que puedan favorecer dicho objetivo. Como ciudadana interesada en una mejor sociedad, aporto unas humildes sugerencias al momento de comprar un juguete sin importar a quien lo regalen:

No hay juguetes para niños y juguetes para niñas: sé que puede sonar contraproducente pero en realidad los juguetes que por una calificación social o cultural se le destina a un tipo de sexo lo que buscan es perpetuar desde la infancia roles en sus hijos/as que más tarde les son difíciles de deconstruir. Al diferenciar los juguetes se  tienden a reproducir y reforzar los estereotipos sobre mujer y hombre, a partir de las tareas que ejercemos en la cotidianidad, y eso no es correcto. Lo que quiero decir es que: Una niña no es menos niña por jugar con camiones y juegos deportivos, ni un niño es menos niño por jugar la cocinita. Ambos sexos tienen el mismo derecho a disfrutar de la diversidad que existe en los juguetes.

Los colores no tienen sexo: con frecuencia comprobamos como los padres visten de ropa con color azul al niño y de rosado a la niña y esto es el resultado de una costumbre que se repite sin que nadie la cuestione. La moda actual no distingue el uso de los colores según el sexo, existe toda una gama de colores que podemos elegir, es por eso que entendemos que no se debe limitar al niño o la niña a identificarse con estos dos únicamente. ¿Por qué no aceptar también que a los niños les puede gustar el rosado y que eso no lo hace menos hombre ni menos macho? En resumen: cada quien elige su color favorito, no ellos a nosotros/as y la elección no tienen nada que ver con nuestra orientación sexual.

Al concluir este esbozo de ideas y reconociendo que hay toda una diversidad de juguetes educativos que podemos regalar, quiero brindarles algunos tips que les podrían servir: 1) Los juguetes deben ser divertidos y seguros; 2) Recomendamos que favorezcan la participación, es decir que no sean tan competitivos; y 3)  Estos se deben adaptar al momento evolutivo del niño o la niña, de forma que desarrolle actitudes correspondientes a su edad.

No cabe duda de que la educación inicial en nuestras vidas es la base para que realmente exista un cambio en nuestra sociedad, sin embargo quiero hacer énfasis en lo importante que son las calificaciones que uno le otorga a los juguetes. Si empezamos a ver al juguete como un instrumento que marcara la vida de nuestros hijos/as  estos/as podrán reconocer la diversidad de opciones que tienen en la vida, no fomentarán los estereotipos tradicionalmente discriminatorios y podrán desarrollar más capacidades que les podrá servir en un futuro.

Por último, recordemos que somos iguales desde nuestras propias diferencias y que el mejor juguete no es necesariamente el más caro.

Feliz Día de Reyes