José Rafael Abinader

El deceso de José Rafael Abinader, político, empresario, ex senador y el secretario de Estado, demostró que su vida y su paso por la administración pública no lesionó el reconocimiento que la sociedad le brindó en el momento de su despedida.

José Rafael Abinader falleció el domingo en horas de la mañana, fue expuesto en la funeraria en horas de la tarde, y desde los momentos iniciales hasta los actos fúnebres del domingo, no hubo espacio para el descanso de sus deudos que recibían las condolencias, pese a ser un fin de semana feriado, de tres días, y su deceso producirse en mitad del asueto.

Luis Abinader Corona, su hijo más joven, siguió sus pasos en la política y es un dirigente destacado del Partido Revolucionario Moderno, fue su candidato presidencial en las elecciones del 2016 y candidato vicepresidencia del Partido Revolucionario Dominicano en las elecciones del 2012.

José Rafael Abinader nunca abandonó la política y siempre fue un militante del PRD y luego del PRM, y en todas las campañas electorales fue un militante sin cuartel, que no descansó pese a su extendida edad y los visibles achaques a su salud.

Sus hijos y nietos, su esposa, hoy viuda, y todos los que formaban parte de su entorno familiar y empresarial han de quedar satisfechos por las muestras de afecto, por el reconocimiento, por los alientos que recibieron en un momento difícil, de la partida del patriarca familiar, pero también del amigo entusiasta, el hombre que cavó los cimientos de una familia que prosperó económicamente y que apostó por el turismo, cuando esa industria carecía de los incentivos y perspectivas de prosperidad que hoy tiene, apostó por la academia, fundando una universidad, y apostó por la industria de la construcción e inmobiliaria, cuando todavía no era visible que la especulación iba a generar tantas ganancias.

José Rafael Abinader fue un político honesto. Un hombre que sembró en tierra fértil y que levantó una familia de la que se sentía no solamente orgulloso sino representado en la continuidad que sus hijos habían dado a su legado. Paz a su alma y el mantenimiento del recuerdo de un hombre público, de un político que hizo bien y apostó a la salud de la sociedad dominicana.

Juan Manuel Pellerano Gómez

Juan Manuel Pellerano Gómez

La muerte del doctor Juan Manuel Pellerano Gómez, el pasado domingo, ensombreció el ya encapotado domingo, y vistió de luto a la profesión y el ejercicio del derecho, además del conjunto de la judicatura dominicana.

Juan Manuel Pellerano Gómez fue un maestro. Reconocido como uno de los más grandes penalistas dominicanos, fue el forjado de una firma de profesionales del derecho que aún da frutos, y muy especialmente forjó una escuela con su temple, su empeño y búsqueda del conocimiento, al mismo tiempo que dejó una estela muy amplia y muy ancha de alumnos en la judicatura y en la abogacía que aún le rinden tributo por sus enseñanzas. Fue el primer director de la Escuela Nacional de la Judicatura.

Paz al alma del doctor Juan Manuel Pellerano Gómez y consuelo a cada uno de sus descendientes y deudos, en este momento de tristeza por su partida.