Procuradores fiscales de distintas provincias y departamentos han recibido la autorización para hablar en los medios de comunicación. Es algo positivo, especialmente en la gestión de Jean Alain Rodríguez, que ha sido el procurador que mandó a callar a todos los procuradores adjuntos, y a los fiscales, quedándose él como el único que habla en nombre del Ministerio Público.
El silencio de los fiscales fue un suceso notable. Acento hasta editoriales publicó sobre ese lamentable tape de boca a funcionarios que deben explicar y defender sus actuaciones. El procurador entonces, el 14 de septiembre de 2016, con apenas un mes en la posición, dijo:
“Vamos a fortalecer la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), razón por la cual ya estamos haciendo esfuerzos para aumentar el personal, reforzar el equipamiento y aumentar las capacitaciones especializadas que recibe este equipo”. ¡Oh Dios!, exclamó Acento en su nota editorial de ese día.
Luego de las publicaciones de este diario, conteniendo crítica de fiscales activos a los procedimientos y aplastamiento de las funciones del Ministerio Público, le han vuelto a dar permisos a los fiscales sumisos para que salgan a hablar, con la única condición de que se limiten a defender al procurador Jean Alain Rodríguez y los “concursos” que este patrocina. Y repiten e insisten que esos concursos tienen el propósito de cumplir con la ley 133-11, Orgánica del Ministerio Público, y que manda los concursos, no las evaluaciones.
Pero en estos casos hay de todo. Fiscales autorizados a licencias de seis meses para participar en los procesos electorales, internos del PLD, y nacionales para las municipales y congresuales. El Tribunal Superior Electoral ha dicho que el Procurador General de la República ha violado la Constitución y las leyes al ofrecer estas autorizaciones, y que beneficiaron a Daniel Santos, candidato a diputado en Santiago, y a Mayra Altagracia Cuevas Segura, de Neiba, ambos miembros del Ministerio Público.
Los fiscales sumisos, que sólo hablan bellezas de la gestión del Procurador, dicen que los concursos son una oportunidad para ascender y que todos tengan la oportunidad de postularse para las posiciones. Que no es cierto que haya aspirantes marcados, a los que se les señala previamente para ocupar posiciones. Sus puntos de vista cojean visiblemente. Una parte de ellos han recibido ascensos por asumir, sin vacilación, el apoyo incondicional a la gestión de su jefe, y sin importar los principios y valores e independencia del Ministerio Público. Aceptemos que ese es un derecho.
Sin embargo, hay una posición que jamás se ha sometido a concurso, y que quien la ocupa lleva doce años ejerciéndola, sin que nadie se atreva a solicitar que sea sometida a concurso. Eso no pueden hacerlo ni siquiera los sumisos: La Inspectoría General, que ha desempeñado el Procurador Adjunto Bolívar Sánchez Veloz.
La ley 133-11, Orgánica del Ministerio Público, dice que la Inspectoría General es el órgano encargado de investigar “las faltas atribuidas a los miembros del Ministerio Público y presentar las acusaciones cuando corresponda”. Artículo 97. Sin embargo, Sánchez Veloz se mantiene. Tiene que ser un adjunto que provenga de la carrera, designado por el Consejo Superior a propuesta del Procurador: “Su mandato durará dos años y podrá serle renovado por un segundo y único período consecutivo”.
Recuerden que Bolivar Sánchez es el mismo que persiguió ilegalmente a la magistrada Miriam Germán Brito, el mismo que pinchó el teléfono de la presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, ocultando la ilegalidad con una supuesta relación de ese teléfono con un narcotraficante.
¿Cuáles son las razones por las que el Procurador decide la sustitución de fiscales, como Luisa Liranzo, Rosanna Reyes y Yeni Berenice Reynoso, y guarda silencio con el tiempo excedido en sus funciones por parte del Procurador Adjunto Bolivar Sánchez Veloz?
Sólo Jean Alain lo sabe. Y lo disfruta. Bolivar Sánchez fue adjunto con Radhamés Jiménez, con Francisco Domínguez Brito y con Jean Alain Rodríguez. Entre las titularidades concursadas recientemente, no estaba la Procuraduría Adjunto que dirige Bolívar Sánchez Veloz, y parece que será incluida nunca. Sólo Jean Alain sabe el por qué.