Ingrid Marlennys es una joven mujer que tiene síndrome de Down. Su condición especial no le ha impedido, con grandes esfuerzos, haber aprendido los conocimientos básicos de la educación formal y tomar clases de pintura.

En una historia que publica Acento.com.do, con la firma de la periodista Carolina Batista, el doctor Sócrates Montás, médico de Ingrid Marlennys, denuncia con justa indignación que los planes de salud que ofrecen las ARS no cubren a pacientes con la condición que tiene esta ciudadana, que se supone amparada por las mismas leyes y derechos que deben regir para todos los dominicanos y dominicanas.

Como el tratamiento es muy costoso, y no cuenta con los recursos suficientes para costearlo, Igrid, apoyada por su familia, prepara una exposición pictórica que montará en el salón Wifredo García, de Casa de Teatro, a partir del próximo jueves, 8 de diciembre, a las 7 de la noche.

¿Cuántos dominicanos y dominicanas como Ingrid Marlennys sufren estados especiales de salud que requiere de tratamientos muy especializados y no los pueden costear?

La exhibición se mantendrá allí hasta el 12 de diciembre. El dinero que se recaude por la venta los cuadros servirá para que la familia de esta valiosa joven especial pueda cubrir en parte su tratamiento médico.

Loable iniciativa de esta familia, que no se ha sentado a lamentarse y a esperar que alguien se apiade y le supla lo que por derecho debe tener. Merece todo el apoyo de sus conciudadanos.

Al mismo tiempo, este caso sirve para que se reflexione sobre las debilidades de nuestro sistema de salud y seguridad social. ¿Cuántos dominicanos y dominicanas como Ingrid Marlennys sufren estados especiales de salud que requiere de tratamientos muy especializados y no los pueden costear?

Un efectivo sistema de salud debe ser uno de los puntos indispensables en una agenda nacional. Lo recordamos porque estamos en tiempos de campaña electoral, cuando las promesas abundan. Lamentablemente, pasadas las elecciones, tanto quienes van al poder como los que pasan a ejercer el papel de opositores, suelen olvidar todas sus promesas, y el Estado Dominicano sigue arrastrando sus deficiencias.