El limbo es lo que caracteriza este momento. Nada está claro, salvo que la Junta Central Electoral aprobó la proclama para que las elecciones municipales se realicen de forma manual el 15 de marzo próximo. Es decir, dentro de tres semanas.

El secretario general de la OEA, el pasado viernes, respondió una solicitud de la Junta Central Electoral, para asumir una auditoría del sistema de cómputos de voto automatizado, y ofrecer un resultado de lo ocurrido con el fracaso que condujo a la cancelación de las elecciones.

El gobierno desactivó la supuesta investigación que llevaba la Policía Nacional y el Ministerio Público contra un técnico de la empresa Claro y un coronel de la Policía, asignado a la seguridad del candidato presidencial Luis Abinader.

Sin embargo, las protestas continúan. Los jóvenes que se reúnen en la Plaza de la Bandera siguen con las mismas pautas: Cada día reunirse allí y reclamar la renuncia de los miembros titulares de la Junta Central Electoral. Se proclamaron indignados e independientes, fuera de las intenciones de los partidos políticos.

Los partidos de oposición, 13 en total, realizaron una marcha desde la 27 de Febrero con Máximo Gómez, ayer domingo, hacia el Altar de la Patria, y reclamaron transparencia en los procesos electorales y que el gobierno desista de intervenir y manipular los resultados de las elecciones. La marcha fue masiva, y lo más notable fue el baño de pueblo que se dio Leonel Fernández, un político hasta hace poco muy rechazado por la población, y en particular por la oposición y por los jóvenes. Leonel y su partido Fuerza del Pueblo fueron recibidos o bautizados como de la oposición. Y corearon la consigna “E`pa fuera que van”, que hizo famosa el PLD contra el Partido Revolucionario Dominicano, en 2004, ahora contra el PLD.

Lo que sigue no está claro. Sigue observar el trabajo de la Junta con miras a las elecciones municipales. Los partidos opositores dicen que la JCE debe ser impecable en el conteo de los votos manuales del 15 de marzo próximo. Los jóvenes de la Plaza de la Bandera quieren que la JCE renuncie. La JCE dice que se quedará. Se desconoce el tiempo que se llevará la OEA para realizar la auditoría, y determinar si la JCE fue cómplice de algún dolo o no, a los ojos de la sociedad.

Los plazos del calendario electoral congresual y presidencial se están cumpliendo. Esas elecciones son impostergables. La sociedad está hastiada y se está expresando con cacerolas cada día, en diferentes horarios. Y parece que el simbolismo de las cacerolas gusta más en los sectores de clase alta y media que en los populares y pobres. Claro, hay sectores populares donde el sonido de los calderos es impresionante.

¿Qué cosa nueva traerá el gobierno esta semana, como respuesta al rechazo a sus propuestas de la pasada semana? ¿Apostará a que cesen las protestas? ¿Lanzará las huestes peledeistas a defender al presidente? ¿No estarán muy ocupadas esas huestes promoviendo a Gonzalo Castillo? El cuadro político electoral no parece el más atractivo para el gobierno y para el PLD.

¿Qué cosa nueva traerán esta semana los partidos opositores? ¿Seguirán coordinando acciones para debilitar al gobierno y forzar a la JCE a ponerles atención? ¿Alianza País se quedará fuera de la concertación de los partidos opositores o retornará, luego de anunciar que no participaba en la marcha del domingo por el aprovechamiento que la Fuerza del Pueblo quiso hacer de la misma, para posicionar a Leonel como líder de la oposición?

¿Los jóvenes de la Plaza de la Bandera seguirán reuniéndose en las noches y seguirán teniendo apoyo? ¿Qué nuevas formas de protesta podrían inventar? ¿Estarían agotándose las fuerzas de esos jóvenes porque las posibilidades de renuncia de la JCE están muy lejos de hacerse realidad?

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) han encaminado esfuerzos para lograr algún entendimiento. La oposición desconfía de estas organizaciones, pero no cierra las puertas. Luis Abinader, como principal líder de la oposición y como candidato puntero para las presidenciales, sigue adherido a un discurso crítico y de esperanza, y no cierra ninguna posibilidad.

El gobierno americano está observando el panorama político y expresa su confianza de que podremos salir de este momento crítico sin alterar la democracia que hemos vivido. No se prevé ninguna llamada del Departamento de Estado. El limbo es nuestro y debemos definir lo que haremos los protagonistas dominicanos de la crisis: JCE, Gobierno, partidos políticos, ciudadanía responsable y comprometida, además de las organizaciones con posibilidad de incidir, incluyendo el CONEP y la ANJE.

Los puntos más importantes son los siguientes:

  1. Investigar qué pasó en la JCE con el sistema del voto automatizado, y que conllevó la cancelación de las elecciones. Puede hacerse ahora, o esperar unas semanas los resultados de la auditoría de la OEA.
  2. Acordar las elecciones municipales del 15 de marzo, con una especial atención al conteo manual y al sistema de transmisión de los datos de cada centro de votación a la JCE. Si fuese posible, que una comisión de técnicos, con especialidad y solvencia, supervise, vigile, la labor de los directores o coordinadores de informática de la JCE, y verifique los kits que desde allí se envíen a los centros de votación.
  3. Que igual procedimiento se haga en las elecciones presidenciales y congresuales de mayo. Y, terminado el proceso electoral de mayo, concluya la labor de los actuales miembros titulares de la JCE.
  4. Y finalmente, que haya un compromiso para que el gobierno, el presidente y los ministros, no se conviertan en actores del proceso electoral en marcha, y se inhiban de utilizar los recursos públicos en la campaña, incluyendo las compras de los programas sociales, como el Plan Social de la Presidencia de la República. Sobre estos temas se puede hallar la solución de la crisis que vivimos.