Hoy se cumple el primer año de la ida a destiempo del ingeniero Hamlet Hermann Pérez.

Lo recordamos con la vitalidad, el coraje y la verticalidad de conducta y pensamiento que siempre expresó en vida y demostró con sus actos.

El 19 de enero del 2016 Hamlet Hermann falleció luego de visitar la Librería La Trinitaria, y estando en preparativos de uno de sus viajes a La Habana, en donde investigaba y buscaba información para el libro que preparaba sobre las relaciones de dominicanos y cubanos en la lucha contra Trujillo, luego de haber publicado un libro sobre Trujillo, Estados Unidos y Fidel Castro.

Hamlet Hermann fue ingeniero civil, y participó en grandes obras de ingeniería. Fue el responsable de la construcción de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional María Montez, de Barahona. Posteriormente tuvo a su cargo la creación de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), y se especializó en la investigación de soluciones para los problemas del tránsito en grandes urbes. Realizó trabajos de consultorías para el gobierno y el sector privado.

Hamlet publicó más de 20 libros sobre los temas más diversos en los que se interesó, incluyendo su experiencia como creador de la AMET, de cuyo paso por el Estado surgió el libro Para vencer el caos. También formó parte del movimiento guerrillero de abril de 1973 de Francis Caamaño, y de esa participación surgieron varios libros, entre ellos un relato sobre el movimiento guerrillero (Caracoles, la guerrilla de Caamaño), un libro escrito conjuntamente con el general Ramiro Matos González, titulado El guerrillero y el general, y una biografía de Francis Caamaño, por cierto la más completa y exhaustiva del líder de la revolución de abril de 1965.

Aunque todo el que conocía a Hamlet le trabaja como el ingeniero, el profesional especializado en estructura y en transporte, era un trabajador incansable de la escritura y siempre tenía varios proyectos en carpeta. Todo lo llevaba apuntado en un cuaderno. Era exhaustivo en sus textos, y también en los artículos periodísticos que escribía, siempre bajo el título Con las riendas tensas, que es un verso de León Felipe.

Entre los muchos libros que dejó para la posteridad se encuentran De Héroes, de Pueblos, tres ediciones de Caracoles, la guerrilla de Caamaño, que es el libro de más amplia venta en toda la historia dominicana. La primera edición se vendió en apenas dos días, y fue de 80 mil ejemplares. También publicó los libros Recursos Económicos, C.P.A. en la República Dominicana, Un ala del pájaro, Transición “made in ISA”, El Fiero: Eberto Lalane José. Obtuvo tres premios nacionales con tres de sus libros, que incluyó El Eslabón Perdido, un ensayo sobre el gobierno provisional de Héctor García Godoy.

Recordamos a Hamlet con el respeto y el cariño que siempre inspiró y transmitió. Amoroso permanente con sus hijos e hijas, con su hermano Dardo, ido antes que él, y con los amigos, igual que con su última compañera, Ana María Pellerano. Hamlet fue intransigente en la defensa de la soberanía de la República Dominicana, fue incansable luchador por el bienestar del pueblo dominicano. Fue un hombre que siempre tuvo vitalidad para vivir, sin quejarse, sin pasar factura, parecía siempre un joven entusiasta, procurando ideas, datos, buscando informaciones.

Quienes tratamos a Hamlet Hermann no pensamos nunca que podría perder fuerza o detenerse en ningún momento. Al momento de su deceso tenía 80 años, y ni pensar -cuando se le trataba- que era una persona agotada. Jamás.

Por eso, al cumplirse este primer año de su partida, lo recordamos lleno de vida, con fuerza en cada uno de sus planteamientos, y con tantos proyectos intelectuales encima, para hacerlos en Cuba o en la República Dominicana, que no pareciera que se ha ido. A Hamlet Hermann lo recordamos en enero, en febrero como en octubre. Siempre permanece con la sociedad dominicana a la que tanto amó.