El mundo no puede dejar de sorprende por la letalidad del huracán Matthew en Haití. Hasta la tarde de este viernes se han registrado oficialmente 842 personas muertas por la secuela del fenómeno, que arrasó con zonas completos, destruyó miles de viviendas y edificios, incluyendo escuelas y hospitales.

En la medida en que se va restableciendo la comunicación terrestre y los contactos con zonas en las que no se tenía contacto es que se van registrando los nuevos datos. La primera cifra de muertes que se ofreció fue de 11 personas, y el número no ha dejado de aumentar. Sin que se nos acuse de exagerados, hay quienes entienden que el número podría seguir subiendo y sobrepasar las 2 mil personas fallecidas.

La solidaridad dominicana tiene que fluir, tanto desde el gobierno como desde el sector privado. Y al parecer hay un movimiento solidario que está en marcha, encabezado por tres grupos empresariales importantes: Juan Vicini, de Inicia, Fernando Capellán, de CODEVI, y Carlos José Martí, de Martí Petroleum Group. Otros grupos empresariales se han sumado para brindar apoyo a esta iniciativa, entre los que figuran José Miguel González Cuesta y Pepín Corripio, y se han logrado acuerdos con el principal sindicato de transportistas de cargas del país, para facilitar el traslado de apoyo a la población haitiana que más lo necesita.

La frontera norte de la República Dominicana es la principal vía de acceso al territorio haitiano con donaciones, como ya ocurrió en 2010 luego del terremoto que afectó ese país. De manera que existe una experiencia acumulada. Sin embargo, por la frontera sur, por la vía de Pedernales y

Anse-à-Pitres, hay serios problemas de seguridad, aparte de que la población haitiana que vive allí ha sido seriamente lesionada por el paso de Matthew.

En la frontera sur no es posible acceder con alimentos y material de protección desde el lado dominicano. Las asociaciones y voluntarios que allí se encuentran prefieren trasladarse en vehículos a recoger los alimentos en Pedernales, para evitar los asaltos y robos, que parecen estar ocurriendo en Anse-à-Pitres, Haití.

En la frontera norte resulta insólito que las autoridades haitianas se hayan convertido en un obstáculo para impedir el paso de las donaciones. Las informaciones que hasta hace poco comenzaron a fluir es que la gran cantidad de obstáculos que las autoridades de Ouanaminthe están poniendo para permitir la entrada de los vehículos pesados con los productos que se están enviando solidariamente de la parte dominicana.

Los funcionarios aduanales y de migración haitianos se han convertido en un serio obstáculo para que la solidaridad dominicana pueda expresarse. Tal vez carecen del contacto con el presidente Jocelerme Privert y su equipo de gobierno. O tal vez siguen las dudas sobre la sinceridad de la solidaridad dominicana. Algo sencillamente insólito y poco creíble.

Los funcionarios aduanales haitianos han detenido y detienen a numerosas camiones que se han enviado a la frontera para ser llevados a territorio haitiano. La excusa que utilizan es el papeleo burocrático, los permisos, el destino de las donaciones, y lamentablemente esos procedimientos en una situación de emergencia deterioran la oportunidad de llegar a tiempo en una calamidad como la que vive el pueblo haitiano.

Haití necesita del apoyo solidario. La comunidad internacional está procediendo a proporcionarlo, incluyendo el país más cercano que es la República Dominicana, que tiene una frontera común con Haití, y que de paso se convierta en la vía más expedita para que los dominicanos expresemos nuestra solidaridad. Las autoridades haitianas deben flexibilizar sus medidas burocráticas y sus dudas. Por el bien de quienes lo necesitan con urgencia en el anegado territorio haitiano.