El presupuesto del 2017 aumentará en 47 mil millones de pesos en relación al presupuesto del 2016. El déficit estimado para el presupuesto del 2016 fue de 75 mil millones de pesos, pero el gobierno se fue mucho más allá, y el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), estima el déficit del 2016 en más de 150 mil millones de pesos.
Para el año 2017 el Gobierno vuelve a estimar un déficit de apenas 82.5 mil millones de pesos, es decir un 2.3% del Producto Interno Bruto. Y buscará financiamientos por 2,700 millones de dólares, dentro y fuera del país. Los ingresos fiscales no son suficientes y habrá que seguir endeudándose. El gobierno hará un esfuerzo para reducir la evasión fiscal, pero no aumentará, por lo menos desde ahora hasta el 2017, los impuestos.
Por tanto, el peso lo pondrán las autoridades de la Dirección General de Impuestos Internos en mejorar las finanzas públicas por vía de la eficiencia recaudatoria. Jugarán roles importantes la DGII, como hemos dicho, la Dirección General de Aduanas, y los demás organismos oficiales, incluyendo el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía y Planificación. Pocas informaciones sobre la calidad del gasto o reducción del gasto público como parte de una política de racionalidad general o administrativa, o lo que en el pasado se ha llamado política de austeridad.
Todo el mundo sabe que la política tributaria es el sustento de la administración pública. Si nos atenemos a lo dicho por el ingeniero Magín Díaz el pasado 31 de agosto en la Cámara Americana de Comercio, el sistema tributario dominicano es inequitativo, ineficiente e insuficiente, aparte de que está totalmente desvirtuado y los principales tributos que genera están erosionados.
El problema del gobierno es qué hacer con este sistema tributario tan mal diseñado y que se comporta tan erráticamente, de acuerdo con el director de la DGII.
Recordemos lo dicho por el ingeniero Magín Díaz: De cada 100 ocupados en la República Dominicana, 52 se encuentran en el sector informal y por tanto no pagan impuestos. Los profesionales liberales brindan sus servicios y cobran en efectivo para no pagar impuestos. Muchas empresas se instalan en el país y se acogen “al más amplio, bondadoso y diverso esquema de exenciones tributarias de todo el Continente”, dijo Magín Díaz. “En realidad, la República Dominicana se ha convertido en el secreto fiscal mejor guardado de toda la región”.
¿Qué pasó? ¿El discurso de Magín no fue un anuncio previo, la creación de las condiciones para dar un portazo de cambio sustancial a partir del 2017?
Hay que interpretar el discurso de Magín como la advertencia para hacer cumplir la ley, para poner en marcha un régimen tributario distinto, sólo en la flexibilidad para la aplicación del Código Tributario. No buscaba el cambio del sistema, sino identificar las formas de evadir el pago de los impuestos para cerrar esos huecos.
Por eso dijo, con bastante claridad, que las evasiones que estaban en marcha, tenían que terminar, y que a los evasores identificados había que decirles “Su carnaval pasó, o pagan o cierran, así de sencillo”. Y aclaró que no habrá espacio en la gestión tributaria para tratos privilegiados a nadie, ni empresarios ni políticos, según mandato del presidente de la República. Habrá que esperar que las cosas sean así.