Desde hoy, viernes 1 de noviembre de 2013, los restos mortales de Rafael Fernández Domínguez, el Coronel del Pueblo, reposarán en el Panteón de la Patria.

El entonces joven oficial fundó a raíz del golpe de Estado de 1963 el Movimiento de Militares Constitucionalistas para devolverle la libertad al pueblo dominicano.

Fernández Domínguez es un verdadero prócer de la República Dominicana, a la que amó tanto hasta entregarle su vida en la lucha por la libertad de su pueblo.

El 19 de mayo del 1965 murió cuando intentaba rescatar el Palacio Nacional, que estaba en manos de los soldados traidores que contaron con el apoyo de los militares estadounidenses que invadieron la República Dominicana para impedir la restauración de la democracia robada al pueblo dominicano. Fue asesinado por traidores y cobardes que le dispararon por la espalda. Apenas tenia 30 años de edad.

Los testimonios sobre la dignidad, valentía, entereza, ética, honradez y discipolina del Coronel del Pueblo son muchos. La fundación que lleva su nombre, que dignamente ha dirigido su señora viuda Doña Arlette Fernández, ha preservado para la posteridad ese valioso tesoro de nuestra historia.

Hoy el pueblo dominicano, encabezado por el presidente Danilo Medina, debe sentirse halagado de que un patriota de la categoría del coronel Fernández Domínguez, ya declarado por el Congreso como Héroe Nacional, descanse en el Panteón de la Patria.

A continuación nuestro comentario:

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