Salvado el honor del Senado con la elección de la nueva Cámara de Cuentas, ahora falta que se adopten las decisiones adecuadas sobre el Defensor del Pueblo.

La presión política es un gran desafío. Las tentaciones políticas de utilizar el poder para designar un personaje aliado, un adepto está presente.

Todos estamos esperando la decisión del Senado de la República.

El Defensor del Pueblo es una instancia nueva. Aparece en la Constitución de la República en la reforma constitucional del 2010. El gobierno y el PLD hicieron una elección favorable a su entorno  y a su manera, adocenaron la defensora del pueblo. Escogieron una Defensora del Pueblo que no representara peligro alguno para su gobierno ni para sus políticas. Los alternos tampoco tenían posibilidad alguna de sobresalir.

El tema resurge nuevamente en el 2021. La Cámara de Diputados hizo su elección y las ternas para Defensor del Pueblo quedaron en tres nombres: Pablo Ulloa, aparentemente independiente, Henry Merán, militante de Fuerza del Pueblo, y Fidel Santana, ex militante del Frente Amplio.

La presión sobre esta elección es muy obvia. Los militantes políticos no debían ser electos. Los que fueron partes de partidos políticos tienen su dudas, y los que se presentan como independientes tienen el camino abierto para ser escogidos.

De ser así, Pablo Ulloa tendría todas las posibilidades de ser escogido Defensor del Pueblo.

Henry Merán es un cuadro político que ha estado activando políticamente al lado de Leonel Fernández, y Fidel Santana siguen siendo un militante de las causas democráticas pero lejos de la pertenencia del Frente Amplio, que fue aliado del PRM.

El Defensor del Pueblo es una posición importante, y Fidel Santana tiene todas las cualidades para dignificar esa posición. No es un cuadro político de ningún partido. El partido al que perteneció le adversa ahora. Es un hombre de incuestionable conducta, ha defendido y defiende las causas de los más humildes y necesitados, y mantiene posiciones democráticas que lo hacen un activo importante del país, aunque esté alejado del Frente Amplio.

Quienes rechacen a Fidel Santana deben ofrecer argumentos convincentes que impugnen su candidatura y sus condiciones para ser el Defensor del Pueblo. De lo contrario, no hay mejor opción que la representada por él. Lo decimos ahora y los reiteramos.