Pavel Isa Contreras o Patricia Solano, uno de los dos, se encargaron de mostrar la evidencia. Se trató del Pacto Nacional para la Reforma Educativa 2014-2030, en el que aparecen las firmas de los líderes políticos y religiosos que hoy rechazan la Orden Departamental 33-2019, firmada por el Ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, para establecer la metodología que se utilizará para poner en marcha una educación inclusiva, que incluya la equidad de género.
Conocido el documento, con toda la legalidad y la formalidad que una disposición como esta requiere, los líderes políticos y religiosos se han atrincherado para denostar la disposición, y la han tergiversado, han presumido que se trata de un documento con intenciones ocultas, y los más osados han dicho que se busca con ella adoctrinar a los estudiantes para que se conviertan en homosexuales y a las muchachas para que pasen a ser lesbianas. Hasta ese punto ellos llegado.
De los derechos de las mujeres no se habla, tampoco de la desigualdad ni del machismo estructural, permanente, en todas las estructuras políticas, religiosas, culturales, estatales, de la República Dominicana. Y como es preferible negarlo todo, pese a que su firma aparece en este documento, siguen diciendo que la equidad de género es parte de una agenda oculta de los enemigos de la patria.
El punto 2.1 del documento dice:
“La educación es un derecho y un bien público de acceso universal y con equidad; orientada a construir ciudadanía plena mediante la formación integral de personas conscientes de sus derechos y sus deberes, respetuosas de los principios y valores constitucionales; personas autónomas, solidarias, éticas y socialmente responsables, comprometidas con la igualdad y equidad de género, la atención a la diversidad, el uso sostenible de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; personas capaces de vincularse de manera crítica, creativa y cultural, e integrarse activamente al desarrollo nacional y a la construcción de una sociedad más justa, inclusiva e intercultural a nivel local y global, para vivir de manera digna y pacífica”.
Está clara la intención de este pacto, y quienes lo firmaron fueron los siguientes señores, que hoy aparecen negando lo que suscribieron:
Pelegrín Castillo, secretario general de la FNP
Reverendo Fidel Lorenzo, presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE)
Elena Viyella de Paliza, presidenta de EDUCA
Rev. José Cuello, presidente de la Unión de Colegios Católicos y representante de los colegios privados católicos
Pastor Lester Flaquer, representante de los colegios privados confesionales no católicos
Reverendo Carlos Peña, representante de las Juntas Distritales de Educación
Rev. Jesús Castro Marte, Rector de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD)
Salustiano Mojica, Rector Universidad Nacional Evangélica (UNEV)
Reverendo Cecilio Espinal, Rector Universidad Católica Tecnológica de Barahona
Monseñor Gregorio Nicanor Peña, Rector Universidad Católica del Este
¿Se puede tener más desprecio por la palabra empeña, bajo rúbrica, que esta oposición inconcebible a la Orden Departamental 33-2019?