La empresa minera Falcondo, que opera en Bonao desde hace 50 años, ha mantenido por paralizadas sus operaciones de extracción de ferroníquel desde hace casi una década. En la administración última del presidente Leonel Fernández hubo que acudir, por parte del Estado, en auxilio de los trabajadores de la empresa que quedaron cesantes, en espera del reinicio de las operaciones.

Los ejecutivos de Falcondo públicamente han repetido que las reservas minerales de los frentes mineros actualmente abiertos (Loma La Peguera y Loma Ortega) se encuentran prácticamente agotadas y estiman su vida útil en 5 años o menos.

En en este punto en que reclaman la autorización del Estado para explotar Loma Miranda, como algo absolutamente imprescindible para poder extender la vida de la planta extractora del mineral.

El presidente de Falcondo declaró que para poder reiniciar las operaciones de la empresa se requería de una inversión de varios cientos de millones de dólares, pero que para hacer rentable esta inversión requerían garantizar una vida útil de la mina de por lo menos 20 años; y que para ello era indispensable explotar Loma Miranda.

El Tribunal Constitucional emitió una decisión que prohibe la explotación de Loma Miranda, y el presidente Danilo Medina objetó una ley aprobada en el Congreso que iba en la misma dirección.

Los propietarios de Falcondo pueden reiniciar sus operaciones cuando lo deseen, en La Peguera y en Ortega, aun sea por un período de tiempo más breve que el estimado por ellos. Pero los precios del níquel siguen bajos y no es rentable. Por eso han mantenido cerrada la planta, y mantienen la idea de explotar Loma Miranda, para extender la vida de la empresa por lo menos 20 años más.

En palabras más sencillas: Para que las operaciones de Falcondo resulten económicamente rentables, estrictamente se requiere dos cosas:

a. La recuperación de los precios del níquel; y

b. La explotación de Loma Miranda.

Entonces, si la explotación de Loma Miranda no es posible debido a la prohibición definitiva e irrevocable por parte del Tribunal Constitucional; ¿qué busca el nuevo propietario de Falcondo?

La empresa Glencore, propietaria de Falcondo, la vendió hace aproximadamente un año a la empresa American Nickel Limited (ANL). Esa venta generó ganancias netas a Glencore de por lo menos 87 millones de dólares. Se desconoce el pago de los impuestos al Estado Dominicano por esa operación.

Los nuevos ejecutivos de la empresa adquiriente han cortado todos los programas sociales que mantuvo la empresa durante muchos años, incluyendo el apoyo que ofrecía la Fundación Falcondo a numerosas escuelas de la región. Parece que dispusieron el cierre de la fundación.

La adquiriente de Falcondo, antes llamada Recovery Opportunity Lmd. no quiere otra cosa que buscar ventajas extraordinarias con su operación. No tenía historial, ni labor social, ni  siquiera una página web, y no parece estar interesada en la producción, para lo que tendría que generar empleos. Quiere una oportunidad para especular y vender. Es su derecho y parecían estar interesados en decisiones del gobierno dominicano.

El Ministerio de Energía y Minas deberá reclamar, si no lo tiene consigo, cuál es el plan de negocios de los adquirientes con la empresa Falcondo. Nadie compra una empresa de la envergadura de Falcondo sin tener un Plan de Negocios. Tratándose de una concesión pública, como ciudadanos tenemos todo el derecho a conocer dicho documento, si está en manos del gobierno dominicano.

En este negocio de Falcondo, con los nuevos inversionistas que compraron de buena fe las operaciones de Glencore, el gobierno debe tener claridad para no ser sorprendido, y la sociedad afectada.

El tema del arbitraje internacional, por ejemplo, no ha sido definitivamente cerrado, pese a que en un momento se habló de que la firma lo invocara contra el Gobierno.