La Cámara de Diputados vuelve a colocarse en el ojo del huracán público al sancionar un Código Penal que obvia referirse a la orientación sexual como objeto de eventual discriminación.

Al mismo tiempo, no solo rechazó reconocer el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su salud, sino que incluyó castigos que antes no existían para los casos en que una mujer opte por no continuar con un embarazo no viable ni deseado, aunque esté peligro la vida de ella.

Al desacierto que supuso no aprobar las tres causales o situaciones excepcionales para poner fin a un embarazo, la Cámara Baja añade otro entuerto que directamente afecta a la comunidad LGBTI+.

¿Cómo entender que los que se dicen representantes de los más diversos estamentos sociales aprueben una legislación  que deja desprotegidos a importantes segmentos de la población?

Nos gastamos unos legisladores que a más de no ser muy proclives a trabajar lo suficiente en asuntos que interesan a la nación, son muy elusivos a la hora de asumir posiciones justas

Al extirpar del Código Penal la ‘’preferencia u orientación sexual’, la Cámara de Diputados ignora los reales y potenciales actos de segregación de que han sido y seguramente seguirán siendo objeto los miembros de la comunidad LGBTI+.

Evadiendo reflejarse como un órgano legislativo que se debe al país que debería estar representado en ella, la Cámara

optó por escurrir el bulto y prefirió adherirse a la vaguedad desaprensiva e irresponsable. Escogió “otros motivos” y eliminó ‘’orientación o preferencia sexual’’.

Nos gastamos unos legisladores que a más de no ser muy proclives a trabajar lo suficiente en asuntos que interesan a la nación, son muy elusivos a la hora de asumir posiciones justas  con las que deben corresponder a sus electores.

Electos -en su mayoría- mediante el derroche de dinero, cariendo de aptitud para el cargo, los diputados que aprobaron el Código Penal dejan mucho que desear.

Es seguro que no están desorientados. Lo verdaderamente preocupante es que su preferencia congresual viene dictada desde fuera del hemiciclo.