Los voluntarios de la Defensa Civil son un ejemplo. Dedican su tiempo y recursos para trabajar por los demás, y se entregan en cuerpo y alma a proteger a la ciudadanía durante el período de semana santa, que también es un tiempo de vacaciones.
Algunos de los cuerpos de voluntarios, como la Defensa Civil de Santiago, trabajan sin recursos, sin equipos, sin alimentos. Se trata de un equipo de 2,775 voluntarios que dedican casi una semana a trabajar por los demás.
Quienes utilicen carreteras, quienes vayan a las playas, quienes salgan de sus casas y se encuentren con voluntarios de la Defensa Civil, debían como gesto de nobleza y reconocimiento, darle un saludo efusivo y agradecer su entereza y solidaridad.
Es el mejor regalo o el mejor pago que podríamos proporcionar a estos hombres y mujeres que lo brindan todo por la seguridad de los demás en los días de la semana santa.
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