Este domingo un grupo muy pequeño de ciudadanos decidió reunirse en Santiago y en Santo Domingo, en los lugares simbólicos de ambas ciudades, para expresar su deseo de que el gobierno y la Junta Central Electoral permitan el ejercicio del voto, como un acto libre y soberano de la voluntad popular, y se pueda escoger al próximo gobierno.

El acto no fue convocado públicamente, ni se hizo promoción en redes sociales, sino en determinados profesionales y personas que tuvieran la oportunidad de movilizarse, en horas de la mañana, sin quedarse mucho tiempo, ni realizar ninguna actividad violenta, transgresora de las normas. La idea era escuchar la proclama, de apenas tres minutos, leídas por la ex magistrada de la Suprema Corte de Justicia, Miriam German Brito, en Santo Domingo, y la señora Milagros de Féliz, fundadora de la Fundación Acción Callejera, en Santiago, y también del Banco León.

En Santiago fue militarizado el área del Monumento a la Restauración en Santiago, y a quienes acudieron allí se les violentó su derecho, pues no ese les dejó que leyeran su proclama, y lo que hicieron fue acoger la prohibición, ilegal, y hacer su petición en los alrededores. El video de doña Milagros de Féliz ha sido divulgado, y una persona que fue invitada a cantar a capela el himno nacional lo hizo en las más precarias condiciones. Es decir, las autoridades hicieron todo lo posible para impedir que unos cuantos ciudadanos expresaran un sentir relacionado con el proceso electoral. El sentir es pedir que haya condiciones y se les permita votar el 5 de julio. Ese acto es un compromiso de los jueces electorales y también de las autoridades gubernamentales.

Una gran cantidad de agentes para impedir un acto cívico

En el caso del Distrito Nacional, la actuación de las autoridades fue peor. En primer lugar, agentes del Departamento Nacional de Investigaciones persiguieron durante varias horas a algunas de las personas que estaban organizando la lectura de la proclama. La persecución incluyó seguimiento a los lugares donde se desplazaban, y apostaron agentes en los alrededores de la Plaza de la Bandera.

Wenceslao Valdez, un joven contratado para llevar la bocina en la que se colocaría el himno nacional, y a través de la cual se proyectaría la lectura de Miriam Germán, fue detenido por estacionarse y esperar la hora en la Plaza de la Bandera. Agentes del DNI lo detuvieron, lo entregaron a agentes policiales contra motines, lo llevaron detenido al Destacamento Policial del 12 de Haina, en donde lo despojaron del equipo, le quitaron su celular y lo introdujeron en una celda de forma provisional. No cometió ninguna violación al orden público, pero fue detenido.

Cuando Miriam Germán se detuvo en el vehículo en que iba, frente a la JCE, para leer su proclama, cuatro personas fueron detenidas por los agentes policiales. Eran docenas de policías y militares, algunos de civil, que actuaron violentamente. A toda costa quisieron llevarse el equipo de sonido móvil, improvisado, pese a que sonaban las notas del himno nacional. Mientras el himno sonaba fue detenido el joven profesional Francisco Fañas, quien ha laborado durante más de una década en la Superintendencia de Pensiones y en la Cámara de Cuentas. Y no solamente lo detuvieron a él, también fue apresado e introducido en una “perrera” de la Policía un joven adolescente, que le acompañaba, y que luego se supo era su hijo.

Miriam German Brito, y los pocos que le acompañaban fueron conminados violentamente a abandonar el lugar. Los que mostraban algún signo de reclamo, como pancarta o bandera, fueron introducidos en los vehículos del Departamento antimotines de la Policía Nacional. Todo pasó muy rápidamente, y lo que leyó la doctora Germán fue lo mismo que leyó la señora Milagros de Féliz en Santiago.

Era esto, que sigue a continuación, y sencillamente no daba autorización al DNI ni a la Policía actuar con tanta violencia y falta de respeto al derecho de los ciudadanos:

 

Excmo. Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina.

Señores Miembros que conforman la Junta Central Electoral,

Lic. Julio César Castaños Guzmán

Dra. Rosario Altagracia Graciano de los Santos​

Lic. Carmen Imbert Brugal​

Dr. Roberto Saladín Sellen

Dr. Henry Orlando Mejía Oviedo

Hoy, 21 de junio del año 2020, hacemos de su conocimiento nuestra decisión irrevocable de participar en el proceso electoral convocado para el próximo 5 de julio, a fin de elegir las autoridades legislativas y presidenciales que se juramentarán el 16 de agosto. Al ser elegidos,  ellos estarán llamados a la noble tarea de dirigir los destinos de nuestro país por los próximos 4 años, como proclama, ordena y manda la Constitución de la República.

Estamos conscientes de que el derecho a elegir nuestros gobernantes es la única garantía para vivir en una sociedad democrática.  Al efecto, reconocemos y valoramos la sangre de hombres y mujeres que se sacrificaron para otorgarnos ese derecho, pero sobre todo, reconocemos la obligación que tenemos de preservarlo por la libertad y por la paz que debe existir entre todos los dominicanos y especialmente, por el amor a la nación.

Las consecuencias y los riesgos que conlleva nuestra activa y firme decisión de concurrir a elegir nuestras autoridades el próximo 5 de julio, en medio de la pandemia del Covid-19 que nos afecta, es una decisión soberana de cada dominicano que ningún poder público puede limitar ni impedir.

Nos vemos el próximo 5 de julio…

¡Viva la República Dominicana!