El papa Francisco envió una carta esperanzadora al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Es inusual que con la llegada de un nuncio el papa tenga que encomendarlo del modo en que lo hace con la llegada del arzobispo Jude Thadeus Okolo.

El mensaje del papa es claro: el nuncio viene en su representación y trae mensajes muy claro que el sumo pontífice quiere transmitir:

Jude Thadeus Okolo tiene todo el apoyo del papa, y viene con la encomienda de que la Iglesia no quiere privilegios, no tiene intereses políticos, ni busca alianzas estratégicas. La Iglesia quiere servir, servir a todos, y por eso trabaja por el bien común, por la paz, el progreso, la libertad, la justicia, la solidaridad y el desarrollo integral de los dominicanos.

Aunque siempre existe el peligro de la “mundanidad”, es decir, dejarse llevar por el espíritu de este mundo, de actuar por el propio interés, lo que expone a las personas al ridículo, sobre todo a los pastores.

El papa pide la permanente conversión personal, ser humildes y reconocer que cometemos fallos. Dice que la credibilidad de la Iglesia pasa hoy por la docilidad de cada uno de nosotros. “A veces nuestra debilidad se deja sentir, pero estoy convencido de que la santidad siempre es mayor que el pecado, porque la misericordia divina brilla, incluso con más fuerza, en medio de nuestras miserias”.

Clarísimas palabras del papa en el contexto dominicano. Y en particular por los daños ocasionados por algunos representantes de la Iglesia a la propia comunidad a la que debían servir.

“Quiero asegurarte, querido Hermano, que tengo muy presente en mis oraciones al amado Pueblo de Dios que peregrina en la República Dominicana, especialmente a los que sufren a causa de los pecados de los hombres y mujeres de la Iglesia”, dice el mensaje del papa. “Y a la vez quiero reiterarte el compromiso, claro y valiente, para que las victimas de estas torpezas sean siempre defendidas y tuteladas, de modo que la justicia sea atendida en todos sus aspectos”.

Un mensaje inequívoco de la misión que trae el nuevo nuncio para la Iglesia dominicana.

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