El proyecto de reglamento del Consejo Nacional de la Magistratura propone que la evaluación de los candidatos a jueces de los más altos organismos judiciales y electorales del país se haga a puertas abiertas, pero a seguidas dispone que la selección de los jueces sea a puertas cerradas.
¿Por qué evaluar con transparencia, frente al país, a los candidatos y no hacer lo mismo con la decisión de designar a los magistrados, para que todo quede bajo la sombra del comentario malicioso o el anonimato?
La propuesta tiene que llamar la atención de todas las instituciones del país que aspiran a la transparencia en las decisiones más trascendentes. Por ejemplo, cuando fue seleccionada la Suprema Corte de Justicia en 1997, las evaluaciones y las designaciones se hicieron ante el público y el proceso completo fue divulgado por los canales de televisión.
Ese proceso fue tan exitoso que hubo países que quisieron replicarlo, y que felicitaron a la República Dominicana por haber escogido los jueces de su mayor tribunal de justicia en forma transparente. Ahora se quiere cambiar el procedimiento, precisamente en el año que el gobierno ha denominado “de la transparencia”.
¿Hay algo que el país no pueda ver en el momento de designar los jueces, por parte del Consejo Nacional de la Magistratura? Si se va a transmitir la evaluación, para que el país sea participe del papel desempeñado por cada quien, lo correcto es que el proceso completo sea transmitido, y que la mejor parte, la designación de los jueces, también pueda ser vista por el país.
Esas designaciones abarcarán a los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior Electoral. Si el país participa de la evaluación, lo correcto es que también haga lo mismo con la selección.
Mucha gente tiene dudas con la selección, porque desde el primer momento el gobierno ha dado demostraciones de que quería controlar la designación de esos jueces. Se habló del voto privilegiado del presidente de la República, en caso de empate en las decisiones.
También se sabe que el segundo representante del Senado, en el CNM, es una persona escogido en las listas del Partido de la Liberación Dominicana, lo que es una dicotomía con lo que manda la ley, de que las dos personas de ese órgano deben ser de partidos distintos. ¿Era esa la razón por la que se trabajó con tanto esfuerzo en las elecciones del 2010 para que el PRD no tuviera representación en el Senado?
Diversos grupos empresariales y de la sociedad civil entienden que la nueva Constitución debe ser un instrumento para la institucionalización del país. No es posible que se haya trabajado tanto para que ahora se quiera torcer una voluntad, la de la transparencia, con fines que hasta ahora apenas se sospechan.
La no transparencia en la designación de los jueces de los tres órganos solo se justifica si existiera un intento por torcer la realidad, y que la gente no se de cuenta o no se entere. Si el gobierno quiere dar demostraciones de transparencia, debe permitir que el proceso completo sea transmitido y visto por el país. Esos órganos tendrán incidencia en la vida de todos y todas. Por tanto, debemos ser testigos de lo que allí pase.