La cultura se reaviva y se mueve con mucha agilidad. Sobre el escenario dominicano la cultura sigue muy viva y dando la batalla. Cientos de actividades y miles de hombres y mujeres trabajando en el disfrute y el mensaje que brota de toda actividad cultural, en el canto, el teatro, en la danza, en los textos, los concursos literarios, las casas bendecidas que son y representan la cultura nuestra, como Casa de Teatro, Centro León, Centro Cultural Perelló, Teatro Germania Quintana, Mamey, 37 por las Tablas, y muchas tantas.

El Ministerio de Cultura tiene el desafío de regular y desarrollar, y estimular el impuso a todo lo que tenga que ver y sirva a los propósitos de la cultura. No es sólo el canto, sea en bachata o en merengue, es también la actividad creativa, literaria, la poesía, el cuento, la novela, el relato. Todo sirve al propósito de la comunicación, la emoción y el empuje hacia una sociedad mejor, solidaria, con justicia, equidad, compromiso por los otros. El colectivo en cualquiera de sus expresiones.

Y para estimular la cultura, y servir de punto de entendimiento, comunicación y divulgación este jueves fue presentada en sociedad la revista cultural Plenamar, que tiene a Acento como un aliado y que requiere del apoyo de las voluntades que han sido llamadas a contribuir y apoyar un proyecto como este.

Jochy Herrera, intelectual del ensayo y médico, Minerva del Risco, poeta, Rafael Emilio Yunén, geógrafo y consultor, José Mármol, poeta e intelectual, y Fausto Rosario Adames, periodista, se juntaron, coordinaron y han lanzado una publicación por Internet, inicialmente, que busca “pensar, desde la isla y más allá”.

No es tarea fácil dedicar un medio de comunicación a la cultura y que se sostenga en el tiempo. Ese es el gran desafío, aparte de mantener la calidad, la apertura de propuestas e ideas y la promoción del debate más franco y desprejuiciado posible, en un país en que todo tiene color y tinte ideológico y político.

Saludamos y nos adherimos a las intenciones de Plenamar. Nuestro apoyo a ese proyecto, sin fines de lucro, realizado por la mera voluntad e interés de aportar un granito de arena al movimiento cultural dominicano, sin colores, sin política, con la única condición de que favorezca el crecimiento recreativo, imaginativo, gozoso y espiritual del pueblo dominicano.

Cuando tantos medios culturales han cerrado, cuando pese a la existencia del Internet, es poco lo que ha surgido para enaltecer y ensanchar los ámbitos de la cultura, la salida de Plenamar es una noticia auspiciosa y positiva, a la que nos abrazamos llenos de gozo, casi con fervor, porque desde su plataforma no se divide, sino que se trabaja con la voluntad unitaria que hace más grande y rico al pueblo dominicano.