Este domingo, 27 de marzo, los más entusiastas promotores de una posible repostulación del presidente Leonel Fernández Reyna para el cuatrienio 2012-2016 celebrarán un mitin en el Palacio de los Deportes.
Para esta actividad, que como todo gran espectáculo contará con presentaciones de orquestas populares y cantantes, se entregará al presidente Fernández –si es que asiste- un legajo con las firmas de ciudadanos y ciudadanas que supuestamente apoyan una nueva reelección del gobernante dominicano, líder del Partido de la Liberación Dominicana.
Los promotores de la reelección tienen derecho a pensar lo que les venga en gana y a expresarlo. Sin embargo, como dirigentes políticos están obligados a informar sobre varios aspectos relacionados con esa actividad en particular, y en general con su proyecto reeleccionista.
Primero, esas firmas de apoyo a la repostulación del presidente Fernández, no importa que sumen dos millones, no son el fruto del entusiasmo espontáneo.
Dejémonos de cuentos. En las oficinas gubernamentales desde hace meses han estado circulando los famosos volantes en los cuales los empleados públicos inscriben sus nombres y sus números de cédulas suscribiendo el apoyo al proyecto continuista.
Los organizadores de este mitin debían explicarle al país de dónde han obtenido esos recursos millonarios, pues está claro que de sus bolsillos no han salido. Y si así fuere, entonces debían explicar cómo han logrado llenar tanto sus bolsillos.
Para nadie es un secreto que cuando un jefe de alguna institución ordena que se distribuyan estos volantes al personal bajo sus órdenes y que se “invite” a firmarlos, en realidad está ordenando que así sea. Y con el temor a ser cancelado en cualquier momento, que siempre tiene un empleado del Estado dominicano, claro está que no se negaría a ofrecer su apoyo “espontáneo” y “creativo” a esa iniciativa.
Eso lo saben muy bien los activistas del reeleccionismo. Si el presidente Fernández no está enterado de cómo se han obtenido esas firmas, debe enterarse, nada tienen que ver con la libre elección.
Segundo, en el supuesto que el presidente Fernández aceptara lanzarse a buscar su repostulación para un cuarto gobierno, que sería el tercero de manera consecutiva, lo primero que se debe explicar a la nación es cómo lograrán obviar la prohibición constitucional a la reelección.
¿Someterán una nueva reforma constitucional o simplemente violentarán una vez más la Constitución de la República como ha ocurrido recientemente?
Tercero, se sabe de lo altamente costosas que resultan estas actividades. Un mitin de esa magnitud cuesta decenas de millones de pesos.
Se necesita dinero para transportar a las personas que asistirán y para “motivarlas”, pues nadie ha de querer ignorar cómo son las cosas en los partidos clientelistas que dominan el sistema político dominicano. Con raras excepciones, los asistentes a esas manifestaciones regularmente reciben pago de transporte, comida, bebidas (desde agua hasta cerveza y ron) y dinero en efectivo.
Pero, sobre todo, se necesita de mucho dinero para pagar a los artistas, para pagar a los publicistas y a los medios de comunicación que han estado difundiendo de manera intensiva la campaña reelecionista y la motivación para asistir al Palacio de los Deportes este domingo.
Los organizadores de este mitin debían explicarle al país de dónde han obtenido esos recursos millonarios, pues está claro que de sus bolsillos no han salido. Y si así fuere, entonces debían explicar cómo han logrado llenar tanto sus bolsillos.