Celebramos que el gobierno dominicano haya decidido aunar esfuerzos con otros cinco países para combatir el tráfico de personas que utiliza la ruta centroamericana para llegar hasta México y desde allí cruzar la frontera con los Estados Unidos.

Para los centroamericanos es una viaja ruta, que se ha utilizado de múltiples formas, incluyendo las procesiones colectivas de miles de personas. Esa ruta la descubrieron también los haitianos y ahora se sabe que desde hace algún tiempo la han venido utilizando ciudadanos dominicanos en su afán por penetrar de cualquier manera a territorio de los Estados Unidos.

En esas cruzadas migratorias se invierten cientos de miles de pesos. Los coyotes o traficantes de personas se ganan millones de dólares. No les importa enterrar en el camino a las personas que no puedan resistir el trayecto. Y lo que acabamos de conocer la pasada semana es sólo una pequeña parte de lo que ha estado ocurriendo.

Un camión cerrado transportaba migrantes desde Chiapas (Estado de Tuxla Gutierrez) hacia la frontera con los Estados Unidos, y en el camino se volcó. Murieron 42 personas. En el Camión iban en total unos 160 migrantes. Del total de personas afectadas, 14 son dominicanos, y hasta el momento solo se identificaron tres personas fallecidas. Los dominicanos pagaron hasta 20 mil dólares para irse desde nuestra media isla y llegar hasta los Estados Unidos. En el camino unos encontraron la muerte y otros andan desaparecidos. Nadie sabe dónde están.

El gobierno mexicano ha sido el de la iniciativa, de Crear el Grupo de Acción Inmediata (GAI) para hacer frente al tráfico de seres humanos, que les afecta muy directamente, porque los traficados buscan llegar a los Estados Unidos de América a través de los Estados Unidos Mexicanos.

Además de México, los demás países afectados porque tienen ciudadanos muertos y traficados, son Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos y la República Dominicana. Lo que procuran en lo inmediato es procesar a los responsables del accidente en México y que paguen por las ilegalidades y crímenes cometidos.

En nuestro particular caso, el Estado no ha tenido una tradición de accionar para detener el tráfico de personas. Lo sufrimos y lo hemos padecido por la frontera con Haití, y los militares dominicanos se han acostumbrado a convivir con el tráfico de personas procedentes de Haití. Ni siquiera ese tráfico, quedes muy grave y ha sido denunciado con insistencia, ha sido perseguido ni se ha hecho el propósito de romperlo. Y como ha ocurrido en México una convocatoria y la embajadora dominicana en ese país, María Isabel Castillo Báez, ha estado presente, nos llena de satisfacción que ese trágico suceso represente un cambio en la política exterior del gobierno para perseguir a quienes afecten y dañen a ciudadanos dominicanos en tierras extranjeras.

“Los seis países que forman parte acordaron que el grupo servirá como una mesa permanente para investigar, identificar, aprehender y presentar ante la justicia a los integrantes y mandos de la organización criminal transnacional responsable del accidente”. Eso explica la nota periodística publicada por Acento sobre la decisión del Grupo de Acción Inmediata (GAI).

Los objetivos del GAI son los siguientes:

  • Facilitar la coordinación entre los países tanto en la investigación criminal como en la atención a las víctimas y a los deudos.
  • Supervisar el desarrollo de las investigaciones.
  • Promover la revisión de los respectivos marcos jurídicos nacionales para homologar la tipificación de la trata y el tráfico de personas como delitos graves y extraditables.
  • Evaluar los resultados de las acciones emprendidas por cada país para combatir este flagelo.

Saludamos esta decisión del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, con la esperanza de que internamente se tomen medidas más drásticas y consistentes para evitar la salida irregular de ciudadanos en yolas (hacia Puerto Rico) o en trayectos más complejos, como los que se realizan por Centroamérica.