A raíz de las elecciones primarias del pasado 5 de octubre, en las que solo participaron el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), se ha reclamado que se designe el Fiscal Electoral, establecido por la ley.

Este alto cargo será fundamental para las tres elecciones que se celebrarán el próximo año: municipales, congresuales y presidenciales.

En las municipales y congresuales se trabajará por primera ocasión con el voto directo, sin el denominado arrastre. Este ha de ser un paso de avance, pero requiere de las debidas garantías para evitar que la voluntad del votante no se vea fielmente reflejada en los resultados de los comicios.

Tanto el votante como el candidato que compite por cada cargo a elegir merecen contar con un sistema transparente y con los mecanismos legales que permitan reclamar sus derechos.

Ya contamos con el Tribunal Superior Electoral, pero nos falta la contraparte del Ministerio Público. Es de importancia inaplazable que autoridades y actores del sistema política se pongan de acuerdo para dotar al país del Fiscal Electoral. Se trata de un paso más para fortalecer las instituciones que ayuden a afianzar nuestra democracia.