La República Dominicana asistió a la reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos. El debate en torno a la sentencia del Tribunal Constitucional que determina los límites para la adquisición de la nacionalidad a ciudadanos dominicanos, ocupó todo el tiempo de la sesión del martes.

Las intervenciones dominicanas estuvieron a la defensiva, puesto que varios países del CARICOM, encabezados por San Vicente y las Granadinas, habían sometido la moción de discutir la sentencia, y probablemente salir con una decisión.

Una delegación dominicana asistió, encabezada por el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, y logró que la reunión fuese solo de información. Vale decir que no tuviera carácter deliberativo. Eso fue positivo para el país.

Sin embargo, hay que observar que con la excepción de Nicaragua y El Salvador, y probablemente alguna otra nación que no tomó la palabra, las expresiones fueron de rechazo a la sentencia del Tribunal Constitucional o de crítica.

México, Venezuela, Estados Unidos, Canadá, y por supuesto las naciones del CARICOM, y particularmente Haití, fueron duramente críticos con las decisiones dominicanas, de excluir de su registro a más de 200 mil personas que se consideraban dominicanas.

El discurso del secretario de la OEA, José Miguel Insulza, ayudó a la República Dominicana, porque contribuyó a moderar a los críticos y fijó una posición intermedia en la que las islas del Caribe podrían encontrar coincidencias. No ayudó, sin embargo, el discurso áspero del presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, quien declaró que los presentes no habían leído la sentencia y opinaban desde la ignorancia o el desconocimiento. Dijo que República Dominicana no respondería las críticas porque era una pérdida de tiempo. La referencia al propio Insulza, de que no había leído la sentencia, fue también un desliz del doctor Rosario.

Hay que pensar los nuevos movimientos, porque otros actores seguirán actuando, y porque ya está pautada una visita de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. El doctor Insulza dijo que este tema era propio de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ya habian opinado y emitido una sentencia condenatoria contra la República Dominicana sobre esta misma cuestión.

Un verdadero embrollo.