Las palabras del embajador de los Estados Unidos, Raúl Yzaguirre, son incómodas. En su disertación este miércoles en el Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, el representante de los Estados Unidos formuló críticas que resultan difíciles de digerir para quienes sienten todavía que los temas dominicanos los tenemos que enfrentar los dominicanos.

Raúl Yzaguirre criticó la falta de inversión en educación y la ausencia de transparencia en las instituciones del Estado. Del mismo modo dijo que debe tener consecuencias utilizar hasta los despachos oficiales para asuntos personales o de carácter político.

Que un embajador de los Estados Unidos, o de cualquier otro país, lance a los dominicanos críticas como estas es algo común, porque el mundo de hoy está globalizado. Pero eso duele y hasta podría causar escozor en algunas pieles muy sensibles.

Sin embargo, basta buscar los archivos de Wikileaks para entender hasta dónde están enterados y participando los Estados Unidos en las decisiones importantes de la sociedad dominicana. El mundo globalizado implica que también las buenas prácticas se globalizan y que los intereses de los Estados Unidos están muy ligados a las prácticas de gobierno en la República Dominicana.

El clientelismo político, que el embajador dijo que debe ser reducido al mínimo, afecta los intereses de los Estados Unidos y de todos los países que tienen negocios con la República Dominicana. Esa es la realidad.

Recientemente vino a la República Dominicana nada más y nada menos que el Procurador General de los Estados Unidos, Eric H. Holder, y ofreció una conferencia en el Palacio Nacional en donde habló de los nuevos delitos, del tráfico de drogas, del lavado de activos y de las prácticas de los gobiernos para reducir esas modalidades del crimen.

Es decir, que para los Estados Unidos los dominicanos somos vecinos importantes, y parece que no muy distantes. Si los dominicanos invirtiéramos más en la educación la migración tendría otras características que las actuales. Y por eso no es extraño que un embajador con sensibilidad social, con conocimientos profundos del tema migratorio de los grupos del continente latinoamericano hacia Estados Unidos, aborde el tema desde una perspectiva diferente.

Qué dijo, por ejemplo, el embajador Yzaguirre sobre la educación: “No existe otro factor más importante que la educación. Aquellas naciones que en el pasado no invirtieron adecuadamente en sus sistemas de educación hoy están sufriendo las consecuencias.  Aquellas que le han dado prioridad a la educación han progresado.  Y aquellas naciones que hoy están invirtiendo en educación progresarán en el futuro”.

Aunque nos duela admitirlo, el embajador tiene razón. El país no ha invertido en educación y se sigue quedando atrás. Está más que demostrado que los países que invierten en educación, independientemente de su sistema político, avanzan. El gobierno dominicano está insistiendo en el error de no invertir en educación. Y el embajador de Estados Unidos tiene razón al sacarnos en cara que sin invertir en educación nuestro futuro es de seguir en el atraso.

Y lo mismo ocurre con la transparencia. Pese a que las críticas de Yzaguirre pueden tener un sabor amargo, o pueden doler, hay que admitir que está diciendo algo serio, cierto y en lo cual los gobiernos del país deben empeñarse. Sin transparencia, sin honestidad en el manejo de los fondos públicos no vamos a lograr redistribuir la riqueza, enfrentar la pobreza ni alcanzar niveles adecuados de institucionalidad.

De modo que el embajador Yzaguirre tiene razón.