El cólera es una bacteria de la pobreza, que afecta principalmente a personas que viven en hacinamiento y en condiciones de poca higiene. Llegó a Haití desde Nepal, a través de uno de los soldados que formaba parte del contingente de Naciones Unidas en ese país, conocido como MINUSTAH.
Una tragedia sobre otra. Haití se fragmentó políticamente, se quedó sin fuerzas armadas y Naciones Unidas debió enviar militares de varios países del mundo para ayudar en la reconstrucción de la paz. La delincuencia, el narcotráfico y la violencia se apoderaron de esa nación y fue necesario brindarle apoyo desde el exterior.
Luego llegó un terremoto que destruyó la capital haitiana, y que mató a cientos de miles de personas. La cepa de la bacteria del cólera, según las investigaciones que se hicieron, procede de Nepal, un país ubicado en el Himalaya, entre China y la India, en Asia.
Como era de suponerse, por la migración constante de los haitianos al territorio dominicano, la baceria llegó al territorio nuestro y ha comenzado a sentirse especialmente en los barrios más pobres de la capital dominicana, en donde conviven en condiciones infrahumanas, dominicanos y haitianos.
Las autoridades de salud del país han realizado un gran esfuerzo para prevenir los brotes de cólera, por la vía de la prevención y la orientación, incluso visitando las casas en los barrios y ofreciendo orientación.
Es una batalla difícil de ganar, porque el cólera está vinculado a la pobreza, al hacinamiento, a la insalubridad, al deterioro de las fuentes de agua potable y las escasas condiciones para separar el hábitat humano de los excrementos e inmundicias que salen de cada una de las casas, que van a las cañadas y riachuelos, y con lo cual la gran parte de los habitantes de los barrios convive en forma habitual.
El caldo de cultivo para la expansión del cólera está en los barrios pobres y en la forma en que la gente maneja los alimentos, el agua y sus propias excrecencias. Es decir, educación y condiciones de vida.
En Haití han muerto más de 5 mil personas afectadas por el cólera. En República Dominicana las muertes podrían llegar a 12, y los afectados a varias docenas. El Colegio Médico Dominicano ha denunciado que las autoridades de salud mienten sobre el cólera y su expansión. Es decir, que tratan de esconder la magnitud. Las autoridades de Haití y de República Dominicana, han dicho que eliminar el cólera ocupará varios años a los gobiernos de la isla.
Haití tiene más de 160 mil afectados, y en las condiciones de ese país ese número seguirá creciendo, así como el número de muertes. No es así la situación de nuestro país, porque tenemos menos pobreza que Haití. Eso no es un consuelo: Haití es el país más pobre de todo el hemisferio occidental y se encuentran casi destruido.
El esfuerzo debe concentrarse en ayudar a las personas afectadas, para que sobrevivan con atenciones de salud y alimentación adecuadas, y actuar preventivamente para que la bacteria no siga expandiéndose. Eso implica más controles en la frontera y más rigurosidad con los nacionales haitianos que conviven con los ciudadanos dominicanos.
La bacteria es nociva y destructiva. En pocas horas provoca la muerte de una persona, y más si ésta se encuentra desnutrida y en condiciones extremas de pobreza. Recordemos que el turismo es nuestra industria más importante, y las autoridades deben evitar que la bacteria penetre, más de lo que ya hizo, en el sector de los servicios y en particular en el turismo. Es un serio compromiso del país, con sus ciudadanos y con las empresas que han apostado por la República Dominicana.
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Informaciones sobre el cólera en Haití y en República Dominicana