Las reacciones que ha tenido el discurso del presidente de la República, por lo menos las que se han expresado públicamente por parte de sectores como la Iglesia Católica y el sector empresarial, deben servir de orientación al gobierno sobre el estado de situación del país.

El presidente Leonel Fernández rindió cuentas, y defendió con énfasis la gestión gubernamental. Defendió todo lo que ha ocurrido desde el oficialismo, se echó encima toda la responsabilidad de la gestión de ministros que no merecen tanto aval.

La Iglesia Católica, a través del obispo auxilir Víctor Masalles, dijo muy claro que la situación no andaba bien, y que los números fríos decían pocas cosas, que el pueblo no comía con números.

“Las frías cifras muestran sólo un crecimiento global, pero no justicia distributiva o desarrollo humano. El pueblo no vive de números”. Este mensaje de la Iglesia, más las críticas han formulado otros prelados, como el de Santiago, Monseñor Ramón de la Rosa y Carpio, en el sentido de que el presidente debe evaluar a sus funcionarios y liberarse de los que no den resultados. También dijo que ahora debemos también liberarnos de la corrupción.

El Consejo Nacional de la Empresa Privada, otro sector sobre el que no puede haber dudas, ha dicho que el presidente no demostró interés político en cambiar el estado crítico de la economía dominicana, y menos el modelo económico concentrador y poco redistributivo.

"El CONEP entiende que en el discurso del presidente Fernández no se refleja ese marco de acción hacia un cambio de modelo económico que tome como esencia las exportaciones de bienes y servicios, focalizado en los sectores productivos y en el estimulo al empleo formal, que sería lo que crearía real progreso y fortalecimiento de la base productiva del país". Esto dijo el presidente del CONEP, Manuel Diez Cabral.

Es cierto que el presidente utilizó una frase de José Martí para descalificar las críticas de diversos sectores a algunas de las actuaciones oficiales.

“El sol quema con la misma luz con que alumbra. El sol tiene manchas. Los agradecidos ven la luz. Los desagradecidos ven las manchas”.

Algunos vieron esta cita como una respuesta a las críticas. En ese sentido el presidente lució a la defensiva, más arrinconado de lo que realmente está.

Quizás valga la pena que el presidente tome estas consideraciones de dos sectores insospechados, políticamente, y analice a la luz de lo que le han dicho, si anda por el camino correcto.