La regalía navideña es motivo de gran alegría y de mucho derroche. La gente recibe el doble y se olvida que el país pasa por momentos difíciles en las finanzas públicas.

Quienes recibieron su doble no pueden olvidarse de lo que ocurre con el país y hasta con el presupuesto y ley de gastos públicos para el 2014.

La reactivación económica en diciembre compensa el mal año que padeció la mayor parte del comercio y la industria. Hubo aumento de impuestos, incluyendo el ITEBIS, porque las recaudaciones eran muy bajas para los gastos del gobierno.

El déficit fiscal del 2012 sigue teniendo efectos nocivos para la economía. Nuevos impuestos y aumentos en los impuestos a productos de consumo masivo se inician en enero del 2014.

Hay que pensar bien lo que se necesita realmente en estas navidades, para no desperdiciar el bono o aguinaldo navideño.

Hay que tener cautela en los gastos, porque el año que viene tiene algunas incertidumbres económicas.

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