El acuerdo entre la Barrick y el Gobierno Dominicano es un paso adelante en la regularización de las relaciones entre la empresa y el Estado, que se habían deteriorado desde que el 27 de febrero pasado el presidente de la República, Danilo Medina, hizo un emplazamiento a la minera para cambiar algunos de los elementos del contrato.
Es una ganancia relevante que se hayan adicionado 2,200 millones de dólares para beneficio del Estado, siempre que los precios internacionales del oro ronde los 1,600 dólares la onza.
Hay muchas opiniones. Hay muchos enfados. Hay mucha oposición todavía a la empresa y a que el Estado llegara a un entendimiento. Algunos sectores quieren simplemente la salida de la empresa del país, sobre el entendido de que el oro es dominicano y debe seguir siendo dominicano, aún en las entrañas de las montañas de Cotuí, en donde será poco probable que se pueda explotar si no se cuenta con recursos, tecnología, experiencia y buenas relaciones para conocer el negocio.
Gustavo Montalvo, el Ministro de la Presidencia, dijo que la Barrick aceptó eliminar la cláusula de que para el Estado poder recibir la Renta neta de Fundición la mina debería no solo alcanzar la recuperación de la inversión, sino el 10% de tasa interna de retorno, lo que es un gran paso de avance.
Lo que no queda claro es si el pago de impuesto esta sujeto a la recuperación de la inversión o si la empresa hará adelantos con cargo a los beneficios futuros y si esos adelantos estarán sujetos a un precio del oro de US$1,600.
Lo importante es esperar la validación del acuerdo tal y como el presidente lo envíe al Congreso Nacional, para ver cuáles son las posibilidades reales de más ingresos desde ahora hasta el 2016.
Según las proyecciones (que no son infalibles por supuesto y mucho menos podrían ser consideradas palabra de Dios) se proyecta para final de año un precio de US$1,500 la onza.
Celebramos el acuerdo. En teoria el Estado recibirá US$2,300 millones adicionales entre 2013 y 2016, pero en realidad esa cifra dependerá de que el oro sobrepase los US$1,600. Los negociadores dominicanos hicieron un gran trabajo y demostraron que los negociadores del contrato vigente pudieron alcanzar algo más y no lo hicieron.