La Ciudad de Santo Domingo tiene el privilegio de contar con cuatro pulmones importantes, todos desarrollados en administraciones del presidente Joaquín Balaguer. Se puede decir que Santo Domingo es una ciudad privilegiada y que muy pocas ciudades tienen a su disposición espacios como estos:

El Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

El Parque Mirador Sur

El Jardín Botánico

El Parque Mirador Norte

Los cuatro lugares han sufrido intervenciones oficiales posteriores, que no contribuyen con su esplendor ni con la función que tienen desde sus inicios. Es lo que ha pasado con el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, que en este gobierno del doctor Leonel Fernández ha utilizado una buena parte de su terreno para la construcción de obras de infraestructura que lo desvirtúan.

Es una pena que el Ministerio de Deportes haya permitido el descuartizamiento del Centro Olímpico. El personal médico del Hospital de las Fuerzas Armadas, ubicado en la avenida Ortega y Gasset, se apropió de un excelente espacio para parquear sus vehículos dentro del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Hay que ver la manera en que los vehículos del cuerpo médico del hospital militar ha destruido al Centro Olímpico. La unidad de control de alcohol de la Policía Nacional se animó a hacer lo propio y tomó un espacio del Centro Olímpico. Los vehículos están cercados y pareciera una propiedad privada dentro del espacio olímpico. Se tomaron las calzadas, destruyeron el césped y en mutilado numerosos árboles. Es una pena.

El gobierno decidió crear un museo del béisbol y la estructura es enorme. La han construido en el espacio del Centro Olímpico. También decidió construir una estructura enorme para la esgrima.

Una unidad de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales fue instalada en el Centro Olímpico. Es una instalación ajena totalmente a ese parque deportivo. La Policía Nacional decidió construir dos instalaciones, una por la Ortega y Gasset y otra por la Máximo Gómez. Los agentes policiales son, lamentablemente depredadores, y todo cuanto ocurre por allí parece obra de personas ajenas al concepto de lo que resulta un parque deportivo en el Centro de la Ciudad.

Y claro, hay que mencionar a Oficina Presidencial para el Reordenamiento del Transporte Terrestre (OPRET), que dirige Diandino Peña, que se tomó una parte del terreno del Centro Olímpico para construir estaciones del Metro de Santo Domingo.

El propio Ministerio de Deportes y Recreación Física construyó una instalación enorme dentro del Centro Olímpico para sus oficinas administrativas, y allí están los burócratas del deporte dominicano, corroyendo un espacio que debió ser digno de mejor suerte.

El Ministerio de Deportes permitió que el Centro Olímpico se arrabalizara, se convirtiera en un gran zafacón. Y que las instalaciones deportivas se quedaran sin baños, porque carecían de agua, y que las calles fueran inundadas por tierra, desechos y por los ladrones de objetos, que aparecen en cualquier lugar. En el Centro Olímpico fijaron residencia unos cuantos, y hasta los chóferes de carros públicos comenzaron a utilizar el parque deportivo para evadir los tapones y hasta para otras tareas nada decentes.

Las bombas de las piscinas olímpicas se dañaron, los árboles nunca eran podados, la basura nunca era recogida, las aceras nunca fueron aseadas, la grama nunca fue respetada ni repuesta, cuando se necesitaba. Los espacios deportivos no eran aseados, y las federaciones deportivas hacían lo que siempre han hecho, con algunas excepciones: aprovecharse al máximo del poder que brinda estar en una de esas estructuras lucrativas.

Es decir, el cuadro no ha sido nada favorable para el espacio público higiénico, para el espacio deportivo limpio ni para que el Ministerio de Deportes demuestre que sus dirigentes son eficientes y responsables en el mantenimiento de instalaciones que costaron mucho dinero al pueblo dominicano, y que como esta son un gran privilegio para la ciudad.

La decisión del Consorcio Corredor Duarte, integrado por Odebrecht y el Grupo Estrella, de limpiar e higienizar el Centro Olímpico, a su propio costo, sin el apoyo del Ministerio de Deportes, y tratando de establecer un precedente de cómo hay que manejar una instalación de esta característica, es un gran apoyo. Ojalá que el Ministerio sepa aprovecharlo.