Eran las 4:30 de la tarde, del lunes 2 de noviembre de 2015. Cuando Torres Reynoso, secretario del Consejo del Poder Judicial, entró al despacho de Mariano Germán, se encontró con la entonces suspendida jueza Awilda Reyes Beltré empapada en lágrimas. Mariano Germán, presidente de la Suprema Corte de Justicia, estaba indignado y alarmado. Reyes Beltré le había confesado que había recibido dinero de parte del Consejero del Poder Judicial Francisco Arias Valera, para poner en libertad a un regidor del PRD de Pedro Brand.

Mariano Germán llamó entonces a Justiniano Montero Montero, entonces director general de Administración y Carrera Judicial, “a los fines de que ambos fuéramos a la casa de la magistrada a buscar el dinero. En lo que llegaba el magistrado Montero, el presidente le reprochaba a la magistrada Awilda sobre sus acciones, el presidente dijo: mi hija, cómo tu estás haciendo esto, siendo madre, qué ejemplo le vas a dar a tus hijos”. Seguimos al pie de la letra el relato de Torres Reynoso.

Mariano Germán les ordenó a ambos acudir a la residencia de Awilda Reyes Beltré, con ella, a recoger el dinero “ya que ella estaba en disposición de entregar el mismo, el cual fue recibido por ella, en el caso concerniente al regidor de Pedro Brand”.

Torres Reynoso dice que habiendo llegado a la casa, "y ya dentro del apartamento de la suspendida jueza, ella solicita que Montero Montero y Torres Reynoso se queden en la sala para no causar revuelo a los niños. “Sentados, ella duró uno o dos minutos buscando una cartera o bolso en piel dividida en piel negra, marrón, una especie de rojo vino en cuadrados”. Allí estaba el dinero, que fue llevado al despacho del presidente de la Suprema Corte de Justicia.

“El magistrado presidente instruye para sacar el dinero, se cuenta y se le toma las fotografías. Como el presidente había estado llamado al consejero Francisco Arias y este no aparecía, ya estando en el despacho y una vez tomadas las fotografías referidas por mí por orden del magistrado presidente, aparece por la vía telefónica el ex consejero Francisco Arias Valera y tomando el teléfono el presidente, le dice que si estaba muy lejos que pasara por allá. El presidente cierra el teléfono e informo que el ex consejero va a la oficina y nos dice al magistrado Justiniano y a mi que nos retiremos. Se quedó la magistrada Awilda, se quedó el bolso con el dinero y el magistrado presidente”.

Nadie ha sabido nunca más del dinero. Hace tres años del caso. Awilda reyes Beltré ya no es jueza. Francisco Arias Valera ni es juez ni es consejero del Poder Judicial. ¿Le devolvieron el dinero a Francisco Arias Valera? ¿Se reintegró ese dinero a la cuenta única del tesoro? ¿Se utilizó alguna sentencia judicial para apropiar ese dinero al Estado? ¿Por qué un cuerpo del delito quedó guardado en el despacho del presidente de la Suprema Corte de Justicia? ¿De qué cantidad de dinero estamos hablando?

¿Alguien podría responder, en algún momento, alguna de estas preguntas?