La presentación del presidente Leonel Fernández, la noche del domingo, fue un acto político cargado de simbolismo. Por supuesto, con muchos mensajes electorales, unos pocos institucionales y una gran vocación para poner en calma lo que está exaltado.

Una huelga nacional el día 11 de julio es el antecedente inmediato de la irritación de una buena parte de la población con el gobierno. El presidente del PLD no quiso hacer alusión a esa protesta, pero sí las hizo a las causas que la originaron: la crisis económica del país y el manejo que las autoridades le dan.

Para el presidente Fernández el manejo de la crisis ha sido exitoso, tenemos indicadores mejores que los de todos los países de la región y que otros del primer mundo, hemos tenido crecimiento y las autoridades han sido austeras y cautelosas con el gasto público, hasta el punto de recibir elogios del Fondo Monetario Internacional. Luego de la aprobación del FMI, ahora en julio, es que comenzará a cambiar la situación de precariedad económica que la gente siente y que le atribuye la culpa al gobierno de que todo esté caro, de que no haya empleos o de que los servicios no funcionen.

El discurso fue político, y no se hizo en un ambiente en que Leonel Fernández hablara como presidente de la República, para guardar las formas. Se trató de un discurso de campaña, como ya lo había prometido el mismo Leonel Fernández, es el primer rugido del león. Iba dirigido contra el candidato presidencial del PRD, Hipólito Mejía. Y para poder hacerlo debía aparecer con el sombrero de presidente del PLD y no del país.

Leonel Fernández, sin embargo, no se puedo despojar del sombrero de presidente de la República. Dijo cosas importantes, más allá de la política. Una de ellas es que el subsidio eléctrico este año está pasando de 470 millones a 1,000 millones de dólares. Esto lo ha dicho el mismo presidente, quien justificó el subsidio diciendo que es una forma de no cargar al pueblo con los aumentos en los precios del servicio de energía eléctrica.

Lo que estaba programado en el presupuesto de este año es que el subsidio al sector eléctrico consumiría 350 millones de dólares. El presidente dijo que 470 millones. Pero en la carta de intención entregado por el gobierno al FMI, y aprobada por ese organismo, se dice que el déficit del sector eléctrico pasará de 350 millones a 690 millones para el 2011.

Estos datos habría que revisarlos. Revisarlos bien, porque son cifras diferentes y porque se trata de un sector estratégico para el país y en el que todo el mundo tiene la vista puesta. Habría que intuir que primaría la carta de intención al FMI, pero el presidente le colocó 310 millones de dólares más. Por eso habría que revisar bien estos números.

El otro dato aportado por el presidente de la República tiene que ver con la deuda del gobierno con la Refinería Dominicana de Petróleo, por el orden de los 2,000 millones de pesos. Es algo que se puso en conocimiento del país el domingo, y ese dinero lo ha asumido el gobierno para que no tengamos combustibles a más altos precios que los actuales, que pasa de 6 dólares el galón de gasolina. El precio en los Estados Unidos es un poco más de la mitad de lo que aquí pagamos.

Esta deuda, que asumió el gobierno en beneficio de transportistas y público en general, no aparece registrada en los compromisos presupuestarios del gobierno. Y ahora habría que tomar en cuenta que Venezuela es dueña del 49% de la Refinería de Petróleo.

Son datos sueltos, que se podrían seguir analizando y que ponen en su contexto el discurso político del presidente del PLD.