El Día de los Derechos Humanos se celebra todos los años el 10 de diciembre. Se conmemora el día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1950, la Asamblea adoptó la resolución 423 (V), invitando a todo los Estados y organizaciones interesadas a que observen el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-monn ha dicho que “defender los derechos humanos va en interés de todos.El respeto de los derechos humanos promueve el bienestar de las personas, la estabilidad de las sociedades y la armonía de este mundo tan interconectado”.

Este año, el Día de los Derechos Humanos es una llamada a todos para defender los derechos del otro. Es responsabilidad de todos defender los derechos humanos. Cada uno de nosotros debe tomar una posición. Un paso adelante y defender los derechos de un refugiado o migrante, una persona con discapacidad, una persona LGBT, una mujer, un indígena, un niño, un afrodescendiente, o cualquier otra persona en riesgo de ser discriminada o sufrir algún acto violento. Es lo que propone la organización de las Naciones Unidas.

Esta semana una representación de las organizaciones defensoras de los derechos humanos presentó una extensa exposición sobre las violaciones a los derechos humanos en la República Dominicana, y en particular las agresiones de que son víctimas quienes defienden los derechos humanos. Lo hicieron ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que sesionó en Panamá.

Luego de la exposición, los directivos del organismo de la Organización de Estados Americanos, lamentaron la ausencia de los representantes del gobierno dominicano, que previamente habían sido notificados de la sesión y del conocimiento de la denuncia. Lo correcto era que la delegación dominicana ante la OEA se hiciera representar para escuchar las denuncias y responder a la misma.

No ocurrió así. Se habló ampliamente sobre agresiones, ataques físicos y verbales, acusaciones, desapariciones de personas y crímenes contra defensores de los derechos humanos. Y ningún funcionario dominicano estuvo allí para responder a los datos aportados por organizaciones dominicanas, las cuales aprovecharon el escenario para reclamar un comportamiento más adecuado, y más firme del Gobierno, contra los ataques y agresiones a quienes defienden los derechos humanos.

Es una tarea que nos corresponde, como sociedad democrática y como Estado que defiende y respeta los derechos humanos consagrados en la declaración de las Naciones Unidas de 1948, así como en los instrumentos legales dominicanos que se han adoptado en esa misma dirección.

Respetemos los derechos humanos y luchemos para que se respeten, para todas las personas, sin importar su condición social, política, económica, de género, religiosa o de color. Es nuestro deber como ciudadanos del mundo, y de nuestro país.