Es un lugar común hablar del crecimiento de la economía de la República Dominicana.
Al margen de los debates de los especialistas -sobre si las estadísticas oficiales reflejan la verdad sobre el crecimiento económico- en lo que coinciden el Gobierno, los economistas, los patronos y los trabajadores es en que los salarios que se pagan en el país, en general, son muy bajos, y no alcanzan para el sostenimiento normal del empleado y sus dependientes.
Unos, como el presidente Medina, afirmando que con los niveles de salarios actuales no es posible vivir; otros, como don Pepín, expresando que está de acuerdo con un aumento general de salarios
En otras palabras, el crecimiento económico no llega de manera directa y positiva a la mayoría de la población, a la cual le dicen muy poco las cuentas nacionales que hablan de logros y metas alcanzadas.
Es necesaria una distribución más justa y realista del producto.
Voces tan importantes como las del presidente Danilo Medina, el José Luis Corripio Estrada (Pepín), Joel Santos, presidente de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom), además de los dirigentes de los trabajadores, han hablado en los últimos meses sobre el tema.
Unos, como el presidente Medina, afirmando que con los niveles de salarios actuales no es posible vivir; otros, como don Pepín, expresando que está de acuerdo con un aumento general de salarios.
Creemos que ha llegado el momento de que el Estado y los empresarios, de común acuerdo, demuestren su preocupación por los bajos ingresos de los trabajadores, en general, e incrementen los salarios.
Con este ajuste salarial, además de hacer justicia con quienes producen las riquezas nacionales, se inyectaría dinamismo al comercio y, por vía de consecuencia, a la economía en general.
Como reza el lema del gobierno: ¡Manos a la obra!