El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul (Monchi), ha dado una respuesta sabia y oportuna ante una pregunta de los periodistas para obtener su punto de vista sobre la idea de construir un muro en la frontera entre República Dominicana y la República de Haití.

Ha dicho que esa propuesta no es más que una ocurrencia surgida de la cabeza de su autor.

“¿De cuál muro me están hablando? Lo que se le ocurre a una gente en la cabeza no es para decirlo. No puede ser que tengan la cabeza tan fértil”, dijo el funcionario.

La frontera entre República Dominicana y Haití alcanza los 382.8 kilómetros. Construir un muro que abarque esa distancia costaría miles de millones de pesos, dinero que necesita el Estado dominicano para enfrentar muchas carencias y problemas más importantes que atender los miedos y caprichos de los nacionalistas enfermizos.

“¿De cuál muro me están hablando? Lo que se le ocurre a una gente en la cabeza no es para decirlo. No puede ser que tengan la cabeza tan fértil”

Como bien dijo Fadul, el muro que se necesita es una buena regulación de la migración, con sustento legal, como se ha comenzado a poner en práctica con el Plan de Regulación y la Ley 169-14.

Las mentes fértiles que están en el Congreso Nacional, por elección o designación, debían poner su creatividad al servicio de las verdaderas necesidades nacionales, como la creación de programas que reduzcan la pobreza y la desigualdad social o el combate a la corrupción.