La administración del presidente Danilo Medina deberá revisar los datos que aparecen en un reportaje publicado por ACENTO este miércoles, bajo la firma del periodista Julián Herrera, sobre la cantidad de recursos ociosos en el Ministerio de Defensa, y que representa por lo menos la suma de 7 mil millones de pesos. En datos sencillos, de los 21, 533 millones de pesos incluidos en el presupuesto nacional de defensa, el Estado podría estarse ahorrando alrededor de 7 mil millones que son pagados a oficiales activos, que ya rindieron una labor en las instituciones castrenses, pero que por falta de voluntad o por presiones no pueden ser enviados a sus casas a descansar.

Esa parece ser la realidad que describe este trabajo periodístico. Estamos pagando 12 mil oficiales superiores, entre ellos 136 generales, y 1,324 coroneles y tenientes coroneles que no están incluidos en el organigrama del Ministerio de Defensa, porque son oficiales que rindieron su labor, que debieron pasar a retiro y que continúan ocupando posiciones activas sin ninguna razón, para seguir disfrutando las mieles del poder, y de ese modo sangrando las finanzas públicas.

Es al Poder Ejecutivo que corresponde ordenar el retiro de esos oficiales, pues debe hacerse mediante decreto del presidente Danilo Medina. El Ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem está impedido de tomar una decisión como esa, pues no le corresponde.

Claro que este “entaponamiento” representa un desorden en la administración de las diferentes ramas del Ministerio de Defensa. En esas condiciones el escalafón militar no puede ser cumplido, los ascensos no pueden realizarse y los oficiales que van creciendo en cumplimiento de su programa de superación no pueden ver en el tiempo previsto los ascensos que les corresponden. El tapón lo tienen esos 12 mil oficiales superiores que se resisten a irse a sus casas luego de haber pasado por los puestos militares altos y medios.

Entre los oficiales que no quieren salir, y que el Poder Ejecutivo puede poner en retiro, se encuentran tres ex ministros, 17 ex jefes de Estado Mayor, casi todos que desempeñaron posiciones relevantes durante la administración del doctor Leonel Fernández. Ahora no tienen funciones, pero tienen los rangos y ocupan el puesto que corresponde a oficiales que se han superado para alcanzar los grados y puestos que les corresponden, pero que parasitariamente ocupan otros.

Corresponde al presidente de la República, Danilo Medina, darle salida a este entaponamiento.