Radhamés Camacho, legislador y maestro, debía recibir un curso de lenguaje políticamente correcto. Con frecuencia ha cometido errores que le cuesta mucho capital político a sus patrocinadores. Es Danilo Medina quien carga con las culpas de que Radhamés Camacho sea el presidente de la Cámara de Diputados, y de paso a quien se le pegan los errores verbales de este político y legislador.
Ahora Radhamés Camacho, tratando de justificar la entrega de los fondos que piden los partidos políticos y la Junta Central Electoral para las primarias, dice que hay que dárselos, porque “la JCE es como las mujeres”, que son mantenidas por los hombres y siempre piden para andar bonitas y tener joyas. Más o menos eso es lo que quiso decir este hombre poderoso cuando afirmó, con una sonrisa burlona lo siguiente:
“La Junta Central Electoral es sinónimo de las mujeres en su calidad de amas de casa que por más que usted le dé nunca alcanza el dinero”. Y luego dijo “Y ellas administran bien porque nos guardan de todo, les compran ropa a los niños, van al salón y andan siempre bien vestidas”. La comparación no puede ser más enojosa y denigrante. Esto sólo se compara con la respuesta que ofreció el mismo Camacho sobre las declaraciones juradas de bienes, en el sentido de que son “una vaina” o algo parecido.
La Ministra de la Mujer, Janet Camilo, ha reaccionado con justificada indignación. No es ese el lenguaje apropiado para abordar este tema, y no hay razones para comparar a la Junta Central Electoral con las mujeres:
“Esta es una muestra más de todo lo que tenemos que soportar las mujeres dominicanas. Violencia machista en el lenguaje, en la expresión, en la toma de poder. MUJERES Y NUESTRA DIGNIDAD PA' CUANDO?? … #soymujertengodignidad”.
Por el bien suyo propio como legislador, como político, como funcionario público, como esposo de una mujer, tal vez como padre proveedor, el señor Camacho debe rectificar, pedir perdón a las mujeres dominicanas, y de paso irse a realizar algún curso de lenguaje políticamente correcto.