La promoción de Fernando Rosa, como precandidato a síndico de Santiago, es mucho más grave de lo que inicialmente dijimos al momento de presentar el video en que una persona adoctrina a los alumnos de una escuela pública para que agradezcan la recepción de una mochila como regalo, y son inducidos a decir a sus padres y madres el nombre de quien les hizo el regalo: Fernando Rosa, director del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper).

Decimos que es más grave porque ahora ya está identificado el promotor de Fernando Rosa: De acuerdo con las informaciones recibidas por Acento, se trata de Cristian Ramos, el hombre que aparece en el video, quien a su vez es director del Distrito Escolar 8-03, de Santiago. También el Ministerio de Educación confirmó el nombre y anunció la suspensión de este funcionario.

Esa es la razón por la que acude a una escuela, utilizando las aulas con impunidad, incluyendo la presencia y aprobación de las maestras y maestros: Porque Cristian Ramos es director del Distrito Escolar y tiene autoridad sobre el centro educativo. Por eso, hizo bien el Ministerio de Educación en anunciar la suspensión temporal en lo que se investiga las otras circunstancias del desaguisado intento de inculcar la imagen y el nombre de Fernando Rosa.

Ese director del Distrito Escolar 8-03, más que suspendido, debe ser cancelado de inmediato, por violar la ley orgánica de educación 66-97, que prohibe expresamente la promoción de actividades políticas y de ideologías partidarias. Por lo visto, desconoce la ley de Educación y a su vez es un oportunista que no merece la autoridad que se le ha otorgado. Bien por la suspensión, y que se proceda con el siguiente paso: una investigación más acabada, el anuncio de sus resultados, y la cancelación de Cristian Ramos.

El Ministerio de Educación ha tomado una decisión acertada. Tal vez no pueda actuar contra Fernando Rosa, pero es necesario que sí actúe contra el que tiene jurisdicción, que en primer lugar es el director de Distrito que cometió la violación y que subyugó a los maestros de la escuela, y a su dirección, para que le permitieran hacer el bochorno que hizo contra la dignidad de los alumnos y maestros, y por tanto de todo el sistema educativo

Carlos Amarante Baret, ministro de Educación, debe investigar las circunstancias en que se produjo este hecho, y deberá defender la solemnidad de la escuela, y evitar que otros dirigentes del Partido de la Liberación que tienen poder para repetir este tipo de actuación, vuelvan a repetir esta barbaridad. Por eso es plausible el anuncio de la suspensión. Sin embargo, se requiere una medida más firme, más contundente, como política del Estado y del Ministerio de Educación con abusos como este.

Esperamos que Amarante Baret actúe con firmeza, y que se olvide por un momento que Cristian Ramos o Fernando Rosa son sus compañeros de partido. La ley está por encima de esas relaciones partidarias. Esa suspensión anunciada debe implicar también que Cristian Ramos no regrese como director de ningún Distrito del Sistema Educativo Dominicano.