El Grupo SIN, que transmite varios programas informativos y de opinión a través de Antena Latina, dio a conocer el reparto de una propiedad del Estado, cual pillaje desmesurado y audaz, a través de su programa mañanero El Despertador, que conducen Marino Zapete Corniell y Edith Febles.
Fernando Hasbun y Alicia Ortega se han caracterizado por defender los intereses del país sin importar las consecuencias. Han sido valientes en sus medios y han dado ejemplo de honestidad en el manejo responsable de las informaciones y en una posición de pulcritud pública, tanto sus principales ejecutivos como los periodistas y analistas que allí laboran.
Tienen razón las empresas del Grupo SIN en dar las noticias sobre un acontecimiento de interés. El proyecto vacacional Ercilia Pepín, en Jarabacoa, es una propiedad estatal con 203 apartamentos, que nacieron como una iniciativa gubernamental para que los empleados públicos pudieran hacer uso de ellos a muy bajo costo.
Es un proceder impropio de la Corporación de Fomento de la Industria Hotelera y Desarrollo del Turismo (Corpohotel), que dirige Bienvenido Pérez, repartir esas propiedades entre amigos y relacionados, sean estos militares, periodistas, políticos o familiares. Las propiedades públicas no pueden manejarse con el criterio que se manejan los dueños de casas, fincas o proyectos habitacionales privados. Que si quieren los regalan. Y no abundan los propietarios del sector privado que regalen sus propiedades.
En un reportaje dado a conocer por Noticias SIN, una señora “propietaria” de dos de los apartamentos, en andanzas para vender uno, revelaba a una periodista encubierta que esas propiedades iban a ser “expropiadas” por el presidente para que los beneficiarios de Bienvenido Pérez se convirtieran en los dueños “legítimos” de esa propiedad pública.
Es un abuso lo que se ha cometido en el vacacional Ercilia Pepín. Incluso, en forma irresponsable se ha vinculado al presidente de la República, Leonel Fernández, como relacionado a una decisión espuria para beneficiar a unos cuantos señores, que han recibido el favor, no sabemos a cambio de que, de CORPOHOTEL y de Bienvenido Pérez.
Los medios de comunicación tienen el deber de informar todo cuanto puede ser de interés a la ciudadanía, y más cuando se trata de personajes de la política, senadores, diputados, aspirantes presidenciales, periodistas, comentaristas de radio y televisión, el director de un influyente periódico y varios de sus ejecutivos, que son personajes relevantes en lo que se llama la formación de la Opinión Pública.
Estas actuaciones de funcionarios públicos, políticos, congresistas, militares y periodistas deben recibir la sanción moral que corresponde. Es una verdadera vagabundería dictar normas de conducta a través de un medio de comunicación y luego beneficiarse materialmente por callar o dar apoyo a una determinada iniciativa de una institución pública.
CORPOHOTEL debe dar una explicación sobre sus actuaciones. Debe decir con claridad lo que ha ocurrido y cuáles han sido los criterios para “seleccionar” a un grupo de gente de la farándula política y beneficiarlas con propiedades públicas, sin licitación, sin transparencia. Todo el mundo tiene derecho a tener una segunda y una tercera casa o residencia campestre, pero si es a costa del Estado, y a cambio de mercadear opiniones y torcer la realidad, es una verdadera y vulgar estafa.
Nuestras felicitaciones a Noticias SIN, a El Informe y a los propietarios y ejecutivos periodísticos de esa empresa de comunicación.