Las designaciones hechas provisionalmente por el presidente electo Luis Abinader brindan una idea de que la burocracia estatal dará un gran salto, pasando de la burocracia partidaria a la meritocracia modernizante, con perfiles técnicos más que políticos y con tradición en el debate público de los últimos años, sin que necesariamente se hayan curtido en la política tradicional.
Lisandro Macarrulla, Pedro Silverio, Alejandro Fernández, Bibiana Riveiro, Jochy Vicente, Milagros Germán y Roberto Alvarez escapan de la tradicional política dominicana.
Eso habla bien de un partido que fue fundado en 2015 y que entra por primera vez a una experiencia de poder. A diferencia del partido de gobierno saliente, no parece que la estructura del partido tenga el control de las decisiones del presidente electo, ni tenga oportunidad de imponerle decisiones oficiales. Podría ser que esa situación facilite la conformación de un gabinete técnico, con méritos profesionales, y no necesariamente méritos políticos partidarios.
La elección de la candidata vicepresidencia, Raquel Peña, fue también un deliberado acto de la independencia partidaria de Luis Abinader. Raquel Peña estaba en sus funciones de ejecutiva académica en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Las designaciones que refuerzan la tradición partidaria son las de Milagros Ortiz Bosch, fundadora del PRM, pero al mismo tiempo una mujer con muchos méritos y con una acrisolada gestión de transparencia y honradez. Le siguen las designaciones de Roberto Fulcar como ministro de Educación, que fue sindicalista magisterial y conoce el sector educativo, aunque los últimos años los ha dedicado enteramente a la actividad política al lado de Luis Abinader. Igualmente la designación de José Rijo Presbot, que fue un militante reformista y luego de la Unidad Democrática, y en los últimos años ha sido un crítico vinculado a la consultoría privada y a la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional. El doctor e ingeniero Antonio Almonte, también designado en el gabinete, ha sido un técnico con gran capacidad y solvencia, pero ha sido un militante del PRM, quien ha llevado las riendas de la importante Comisión de Energía del PRM.
Antoliano Peralta, abogado de muchos años de experiencia, es un viejo cuadro político que se ha ganado el respeto de quienes lo conocen en el ejercicio profesional, y que ha sido un leal colaborador de Luis Abinader se puede incluir entre los cuadros políticos que asumen posiciones importantes en el nuevo gabinete.
El caso del ministro de Economía y Planificación es dual, pues Miguel Ceara Hatton inició relaciones con el Partido Revolucionario Dominicano, pero jamás asumió compromisos mayores, y sólo fue notoria su presencia cuando asumió la responsabilidad de elaborar el programa de gobierno de Luis Abinader para las elecciones del 2016, recién fundado el PRM. Asumió sus compromisos partidarios en los asuntos económicos, muy cercano a Luis Abinader, elaborando las presentaciones del candidato en materia de política económica, y luego de la formación del Gabinete Presidencial Luis Abinader, se quedó desempeñando sus funciones sin responsabilidad en ese equipo técnico, que atrajo a figuras como Jochy Vicente, Ernesto Selman, Pedro Silverio, Alejandro Fernández, entre muchos otros que aportaron su imagen para respaldar la idea de un gobierno de profesionales con méritos alrededor de la figura de Luis Abinader.
No hay que dudar que este mismo equipo de profesionales, especialmente del área económica, haya discutido y aprobado con su presidente y líder la idea de la confirmación de Héctor Valdez Albizu como gobernador del Banco Central, para transmitir -como se ha logrado- la idea de la estabilidad, de la tranquilidad en las políticas monetarias y financieras, y que esa confirmación sirviera para ayudar al país a salir de la tremenda crisis en que se encuentra, como consecuencia de decisiones equivocadas de endeudamiento desmesurado del gobierno que finaliza y de la llegada de la pandemia de Covid-19.
Una cosa es notoria: que las designaciones hasta ahora anunciadas no representan la equidad en el gabinete, con la presencia de mujeres relevantes, que la diera un barniz más femenino al gobierno de Luis Abinader. Lo de las gobernadoras provinciales es un paliativo para equilibrar. Solo eso, un paliativo, porque una gobernación provincial no es una posición decisoria, ni va a representar un cambio en el manejo de las políticas públicas.