Grave error el de las autoridades del Ministerio Público, la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas andarse con medias tintas en el esclarecimiento del crimen del teniente coronel César Augusto Ubrí Boció, asistente del presidente de la DNCD, general Rolando Rosado Mateo.
El crimen es un hecho que todavía conmociona al país. No es posible que se “descubra” quiénes fueron los autores y hayan quedado tantos cabos sueltos. Dejar preguntas sin respuestas es una manera de sembrar más miedo en la sociedad y desacreditar la eficiencia de las autoridades en la detección de los motivos reales del suceso.
En primer lugar ¿por qué el Fiscal del Distrito Nacional, magistrado Alejandro Moscoso, como cabeza de las investigaciones no habló ni asumió él mismo las explicaciones sobre el hecho criminal?
El segundo lugar ¿por qué razón el jefe de la Policía, general José Armando Polanco Gómez fue quien asumió la dirección de la rueda de prensa donde se dieron las explicaciones de lo que pasó?
¿No está claro que el Ministerio Público es el jefe de la investigación criminal, con el auxilio de la Policía Nacional?
La versión policial dice que el teniente coronel fue asesinado por el cabo de la Policía Nacional, Wascar Antonio Cavallo Montero, y el civil Michael Cury, quienes recibieron órdenes de un tercero para conseguir tres vehículos con las características del que utilizaba Ubrí Boció. ¿Quién es ese tercero que hizo el encargo? ¿Lo saben o no lo saben? ¿Lo tienen preso o anda en libertad? ¿Cuál es el negocio de vehículos que pide a los ladrones, incluyendo policías, que salgan a recoger de ese modo automóviles, incluyendo dar cartuchazos a los propietarios de los vehículos?
La explicación del jefe de la Policía Nacional no es convincente sobre las razones por las que el cabo Wascar Antonio Cavallo Montero seguía activo, si antes había sido sancionado por delitos graves. ¿Cómo es posible que un delincuente fuese miembro activo de la Policía si esa institución conocía de sus actividades delictivas?
¿No tiene criterios la Policía Nacional para evitar que un miembro sancionado por faltas graves regrese a sus filas? ¿Es tan débil el rigor de la Policía para detectar esos fallos, cuando son ellos los que prepararon la base de datos que se utiliza para emitir certificados de “buena conducta”?
El homicida, Wascar Antonio Cavallo Montero, además tiene vínculos familiares con otro oficial, el capitán del Ejército Nacional, Luis Guiussepe Cavallo Cuello, quien fue detenido esta semana con 185 libras de marihuana. ¿Cuáles son los nexos, no solamente familiares, sino de otro tipo, que existen en ambos acontecimientos? ¿Es que se ha descubierto un escándalo mayor y nadie quiere asumir la responsabilidad pública de anunciarlo? ¿Por qué razón calla el fiscal Alejandro Moscoso Segarra?
La señora Yocasta Maríñez Madera, sub Consultora Jurídica de la DNCD, acompañaba al teniente coronel Ubrí Boció al momento del asesinato, pero no le pasó nada, ni siquiera un rasguño, pese a que él fue asesinado con una escopeta y hasta con saña. ¿Por qué sigue ella bajo prisión, y por qué es tan hermético el círculo que se ha colocado sobre ella, y nadie sabe cuál es la explicación que ella ofreció a las autoridades sobre el crimen?
¿Las autoridades sospechan de Yocasta Maríñez o la consideran víctima o potencial víctima? ¿Quién podría atentar contra ella? ¿Hay algún otro elemento en la investigación? ¿por qué no lo mencionan? ¿Sigue abierta la investigación o la están cerrando? ¿Yocasta estaba con Ubrí Boció en misión oficial o no, tomando en cuenta que eran miembros de la misma institución antidrogas, y era domingo en horas de la noche cuando se produjo el asesinato?
¿Por qué razón se ordenó la suspensión del mayor sicólogo Wascar Antonio Cavallo Deño, padre del homicida, si él no tiene responsabilidad por lo que hizo su hijo? ¿Quiere la jefatura de la Policía cargar culpas ajenas al padre del homicida, tomando en cuenta que corresponde a la más alta autoridad de la PN la presencia de los miembros que haya cometido faltas graves en las filas de la PN?
Si tomamos en cuenta que tan pronto ocurrió el crimen la jefatura de la DNCD lo interpretó como un mensaje al presidente Rolando Rosado Mateo. Y tomando en cuenta que la DNCD anunció que no quedaría impune y que castigaría con todo el peso de la ley a los responsables, ahora hay que exigir a la PN, a la DNCD y el Ministerio Público, que sean claros, transparentes y responsables con este caso.
Fue asesinado un alto oficial de la DNCD. El castigo de los culpables intelectuales y materiales debe producirse. Los autores intelectuales y materiales deben ser conocidos por el país. Los motivos del crimen, sean cuales fueran, deben darse a conocer. Si las autoridades quieren apoyo del país para enfrentar la delincuencia, tienen que actuar con transparencia, y no quedarse con los datos importantes escondidos. Eso es lo menos que se puede esperar de ellos en este momento.